Tokio, 18 dic (.).- El Banco de Japón inició este miércoles su reunión mensual sobre política monetaria, en la que se espera que la entidad mantenga su agresiva política de flexibilización ante los síntomas de desaceleración que muestra la economía nipona.
La reunión de la junta de política monetaria del banco central nipón comenzó hoy y se prolongará hasta el jueves, y en ella se analizará la evolución de la tercera economía mundial tras la nueva subida del impuesto sobre el consumo (IVA) que entró en vigor en octubre.
La mayoría de los analistas considera poco probable que el BOJ modifique la amplia batería de medidas de estímulos que aplica desde 2013, y a la que aplicó retoques en 2016 y 2018 ante la persistente debilidad del consumo doméstico y a la evolución de la inflación por debajo de sus objetivos.
El BOJ ha reafirmado su plan de mantener estas medidas hasta lograr la meta de situar la inflación en el 2 por ciento interanual, una estrategia a la que se suma el paquete multimillonario de estímulo recientemente aprobado por el Ejecutivo nipón destinado sobre todo a incentivar el consumo.
El gasto de los hogares nipones cayó el pasado octubre un 5,1 por ciento interanual, lo que supone el mayor descenso desde marzo de 2016 y tuvo lugar coincidiendo con la subida del IVA desde el 8 % hasta el 10 % que entró en vigor en ese mes.
La de octubre fue la primera caída del indicador en once meses, y la más acusada desde marzo de 2016, según los datos oficiales.
Estos datos confirmaron los temores sobre el impacto de la medida fiscal sobre la tercera economía mundial, que ya se veía afectada por una desaceleración debido al frenazo del consumo doméstico -el principal pilar del Producto Interior Bruto japonés- y al retroceso de las exportaciones.
A comienzos de mes, el Gobierno de Japón anunció un paquete de estímulo para los próximos tres años de 26 billones de yenes (215.300 millones de .153 millones de dólares), destinado a mitigar los efectos negativos de la subida impositiva y a contrarrestar la previsible caída del gasto público tras la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.