Tokio, 26 abr (.).- El Banco de Japón (BoJ) revisó este viernes cuatro décimas al alza su previsión de inflación para el ejercicio de 2024, hasta el 2,8 %, y empeoró su previsión sobre el crecimiento del producto interior bruto (PIB) nacional, ante el débil consumo.
En su informe trimestral de previsiones económicas publicado hoy, el banco central japonés mantuvo su previsión sobre el índice de precios al consumo (PIB) del ejercicio de 2023 (concluido el pasado 31 de marzo y cuyos datos están pendientes de publicarse) en el 2,8 %, y subió hasta dicha marca su previsión para 2024, en comparación con el 2,4 % estimado en su informe del pasado enero.
En lo que respecta al ejercicio de 2025, el BoJ aumentó en una décima su previsión de inflación, hasta el 1,9 %, y emitió su primera estimación para 2026, cuando espera que la subida de precios en el país asiático se sitúe también en el 1,9 %.
"El incremento del índice de precios de consumo se situará probablemente en el rango del 2,5-3 % en el ejercicio fiscal de 2024 y después en torno al 2 % en los de 2025 y 2026", señala el informe.
La entidad crediticia japonesa considera que aunque disminuirá el aumento de la inflación influida anteriormente por el encarecimiento de las importaciones, el ratio de incremento aumentará durante 2025 por el incremento de los precios del petróleo y la desaparición de medidas de apoyo gubernamentales para sostener el aumento del IPC.
La inflación en Japón se situó en el 2,6 % en marzo, trigésimo primer mes consecutivo de avance del indicador, que lleva ya dos años por encima de la meta inflacionaria del 2 % del BoJ, en un primer momento por el encarecimiento energético derivado de la guerra en Ucrania y actualmente por el de los alimentos.
En cuanto al PIB, el BoJ revisó cinco décimas a la baja, hasta el 1,3 %, su estimación para el ejercicio de 2023 recién concluido, cuyos datos preliminares publicará el 16 de mayo, y rebajó en cuatro décimas la previsión para el ejercicio de 2024, hasta 0,8 %.
En lo que respecta al ejercicio de 2025, mantuvo su previsión de que la economía japonesa se expandirá un 1 %, el mismo ritmo que vaticina para la fiscalidad de 2026.
"La economía japonesa se ha recuperado moderadamente, aunque se ha visto cierta debilidad", destaca el informe, que añade que las exportaciones y la producción industrial se han mantenido planas.
El banco central japonés justificó su revisión a la baja para los años más inminentes ante la consideración de que el consumo privado, que representa en torno al 60 % de la economía japonesa, permanecerá débil, pese a las últimas negociaciones salariales entre empresas y sindicatos, donde se acordaron las mayores subidas en tres décadas.
Este desarrollo llevó al BoJ a acometer en marzo su primera subida de tipos de interés en 17 años, hasta colocar la tasa de referencia a corto plazo en el 0,1 %, que ha decidido mantener en su reunión sobre política monetaria concluida este viernes.
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