El sector público de Brasil registró un déficit primario en agosto superior a lo esperado, según las cifras publicadas por el banco central, que indican un saldo negativo de 21.400 millones de reales (3.900 millones de dólares).
Esta cifra superó las proyecciones de los economistas, que anticipaban un déficit de 20.800 millones de reales.
El gobierno central fue el principal responsable del déficit, con un saldo negativo de 22.300 millones de reales. Por el contrario, los gobiernos regionales y las empresas estatales lograron superávits de 435 millones de reales y 469 millones de reales, respectivamente.
El déficit primario acumulado del sector público durante el último año alcanzó el 2,26% del producto interno bruto (PIB) de Brasil. El déficit del gobierno central se situó en el 2,34% del PIB, superando significativamente el objetivo de presupuesto equilibrado del gobierno, que permite un margen del 0,25% del PIB.
La deuda pública experimentó un ligero aumento, pasando del 78,4% del PIB en julio al 78,5% en agosto, influenciada por pagos de intereses que sumaron 69.000 millones de reales.
Como respuesta al incremento de la inflación, el banco central inició un ciclo de endurecimiento monetario a principios de este mes, elevando la tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos hasta el 10,75%. La entidad no ha descartado la posibilidad de nuevas subidas de tipos, que se prevén más sustanciales en el futuro. Estos aumentos podrían incrementar el costo del servicio de la considerable deuda brasileña.
La semana pasada, Fitch Ratings señaló que se espera que la relación deuda bruta/PIB de Brasil aumente al 77,8% en 2024, frente al 74,4% del año anterior. Esta previsión sitúa el ratio de deuda de Brasil por encima de la mediana del 55% para países con calificaciones crediticias similares.
Reuters contribuyó a este artículo.
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