Washington, 24 ene (.).- El déficit fiscal de EEUU se reducirá en los próximos dos años, antes de volver a repuntar a medio plazo, lo que dibuja un complejo panorama de cara a los planes de expansión fiscal del nuevo presidente, Donald Trump, indicó hoy la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO).
La CBO, una oficina sin signo partidista, apuntó hoy que el déficit presupuestario de 2017 será de 559.000 millones de dólares, lo que supone un 2,9 % del producto interior bruto (PIB) de EEUU, por debajo de los 587.000 millones de 2016, que representaba el 3,2 % del PIB.
En 2018, la cifra se rebajará aún más hasta el 2,4 %, pero a partir de ahí comenzará un abrupto ascenso que le llevará al 3,6 % en 2021 y 4,5 % en 2025, según estos cálculos.
El motor de este auge son los crecientes gastos asociados a los programas de Seguridad Social y de sanidad para la tercera edad conocido como Medicare derivados del envejecimiento de la población.
"Estos déficit acumulados llevarían la deuda en manos de los ciudadanos desde su ya alto nivel actual hasta su mayor porcentaje del PIB desde justo después de la Segunda Guerra Mundial", dijo el informe, que no analiza propuestas legislativas sino las medidas actualmente en vigor.
Ante este contexto, se ve más complicado llevar a cabo la expansión fiscal prometida por Trump mediante una rebaja de impuestos y un aumento del gasto público sin que se contribuya a la ya abultada deuda.
Sin cambios, la deuda pública de EEUU pasaría de representar el 77 % del PIB al final de 2017 al 89 % del PIB a final de 2027, según la fuente.
El crecimiento económico previsto por la CBO es de 2,1 % anual en los próximos dos años, frente al 1,8 % registrado en 2016.
La cifra contrasta con la prometida por el presidente Trump y su candidato al Tesoro, Steven Mnuchin, quienes han previsto un crecimiento sostenido de entre el 3 % y 4 % anual.