Paula Fernández
Lisboa, 18 nov (.).- Con competencias específicas que no se enseñan en las aulas, formación personalizada y adaptada a las últimas tendencias, el "e-learning", como se conoce a los cursos virtuales por internet, se ha convertido en la opción de futuro para cumplir con las exigencias del mercado laboral.
La continua evolución del mercado de trabajo, especialmente debido a la tecnología, ha supuesto un desafío para los centros educativos tradicionales, que en ocasiones no consiguen seguir el ritmo de los cambios y no saben cómo suplir la demanda de continuo aprendizaje.
El e-learning ha sabido aprovechar esta necesidad y venderse no sólo como una opción para los que no tienen tiempo o medios para desplazarse a un aula, sino también para los que buscan habilidades específicas que no se imparten en una carrera universitaria y son cada vez más demandadas por las empresas.
"El cambio tecnológico avanza cada vez más rápido. El sistema universitario tradicional no puede seguirle el paso y las compañías se van a centrar más en capacidades básicas y ofrecer formación y desarrollo constante a sus empleados", aseguró a Efe el consejero delegado de la plataforma Udemy, Kevin Johnson.
Johnson, que participó en un panel de la Web Summit de Lisboa sobre cómo las tecnologías van a cambiar el mercado laboral, explicó que en Estados Unidos ya se está viendo el cambio: algunas de las grandes empresas ponen menos hincapié en los títulos universitarios y se centran en si sus trabajadores tienen ciertas competencias.
Desde Babbel, la plataforma especializada en enseñanza de idiomas, también confían en que las competencias irán ganando importancia, aunque en ningún caso la formación por internet sustituirá a la enseñanza tradicional que pueden prestar centros como las universidades.
"Las competencias van a ser más importantes en el futuro que ahora. La universidad es bastante rígida, pero te ofrece una base. Las otras competencias, ya sean culturales o técnicas, van a ganar importancia", aseguró a Efe el cofundador de Babbel Thomas Holl.
De hecho, los educadores tradicionales utilizan cada vez más las tecnologías y las posibilidades que ofrece el e-learning, y en el sector coinciden en la idea de profundizar en las sinergias con las universidades para complementar los dos tipos de enseñanza.
"Tenemos una gran oportunidad para conseguir un modelo híbrido y combinar la enseñanza 'online' con la presencial", consideró el consejero delegado de Udemy, que refirió que muchos centros educativos se ponen en contacto con la plataforma -con más de 24 millones de usuarios- para buscar formas de colaboración.
Por ello, las plataformas de formación por internet no dudan en que el e-learning es una tendencia con muchos años por delante, a pesar de que ya tiene dos décadas a su espalda.
Estas expectativas están respaldadas por las cifras: el mercado global del e-learning ya ronda los 150.000 millones de euros y se espera que alcance un valor cercano a los 245.000 millones en 2022, según un informe de la consultora Stratistics MRC.
A este crecimiento contribuye la renovación de la industria, que utiliza cada vez más tecnologías como la inteligencia artificial (IA), que está jugando un papel especialmente importante a la hora de personalizar la experiencia de cada estudiante.
"La IA tendrá un papel enorme en individualizar tu experiencia de aprendizaje, sobre todo a la hora de repasar. Para conseguir grabar algo en tu memoria a largo plazo y ser capaz de usarlo tienes que repetir las cosas con cierta frecuencia. La IA puede servir para adaptar esa fase a cada persona", consideró Holl.
El e-learning se postula así como una opción para aquellos estudiantes a los que el sistema tradicional educativo no les funciona y requieren un proceso de aprendizaje diferente.