Washington, 18 sep (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, presentará el lunes al Congreso su plan para reducir el déficit, que incluye un nuevo impuesto mínimo para los millonarios para asegurar que éstos paguen las mismas tasas federales que la clase media.
El proyecto de Obama será la propuesta central en sus recomendaciones a un comité especial del Congreso que debe decidir, antes de diciembre, cómo recortar hasta 1,5 billones de dólares al déficit del país en la próxima década.
En el centro del plan se encuentra la llamada "regla Buffett", bautizada como el multimillonario Warren E. Buffett en honor a su constante denuncia de las desigualdades entre los contribuyentes más adinerados y los de clase media a la hora de pagar sus impuestos, según adelantó hoy el New York Times.
Mientras que los salarios se gravan a una tasa de entre el 10 % y el 35 %, los beneficios de inversiones están sujetos a una tasa fija del 15 %, lo que provoca que los estadounidenses más ricos paguen generalmente una proporción menor de sus ingresos en impuestos federales que los de clase media.
Para salvar esa brecha, el presidente propondrá un nuevo impuesto mínimo para aquellos que ganan más de un millón de dólares al año y que se enriquecen fundamentalmente a raíz de dividendos y ganancias de capital.
Según indicaron funcionarios de la Casa Blanca a la cadena CNN, la tasa afectará únicamente a alrededor de 450.000 estadounidenses, que conforman el 0,3 % de contribuyentes con mayores fortunas del país.
La "regla Buffett" reemplazaría a la actual Tasa Mínima Alternativa, creada para asegurar que todos los estadounidenses pagan un porcentaje mínimo de sus ingresos en impuestos.
Obama no propondrá ninguna tasa específica para el nuevo impuesto mínimo, que deberá ser calculada por el Congreso dentro de su debate para reformar el código impositivo, indicaron las mismas fuentes a la CNN.
Además, se espera que el plan de Obama incluya cambios y posibles recortes a los programas de seguros de salud subvencionados por el Gobierno para la tercera edad -Medicare- y los pobres y discapacitados -Medicaid-, una de las demandas republicanas.
Analistas y expertos pronosticaron que la propuesta del impuesto mínimo se quedará probablemente en papel mojado, rechazada inevitablemente por los republicanos que controlan la Cámara Baja y que han convertido en una de sus máximas la inamovilidad de los recortes de impuestos a los ricos.
No obstante, el plan supone un posicionamiento firme de Obama en uno de los frentes prioritarios de su campaña, la defensa de la clase media, lo que, según los analistas, puede ayudarle a ganar muchos puntos de cara a la reelección en 2012.
El propio expresidente de Estados Unidos Bill Clinton salió hoy en defensa del plan de Obama en el programa de NBC "Meet the Press", en el que abogó además por no volver a prorrogar los recortes de impuestos a los ricos que aprobó George W. Bush y que caducan en enero de 2012.
Clinton consideró que de ahí provendrían "los aumentos de impuestos menos dañinos" posibles que pueden aplicarse, y evitarían nuevos recortes de gasto, una política que "ahora mismo" no se necesita, dijo.
En el mismo programa, el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, denunció que alzar los impuestos a los ricos dañará la economía, en particular a los propietarios de pequeñas empresas que presentan declaraciones de la renta individuales y no corporativas.
"Si seguimos gravando las inversiones en creación de empleo (estos) disminuirán", dijo, por su parte, el congresista republicano Paul Ryan, presidente del comité de Presupuesto de la Cámara Baja, al programa "Fox News Sunday".
Los detalles avanzados hasta ahora del plan de Obama "no son muy buena señal, porque parece que el presidente quiere llevarnos por el camino de la lucha de clases", dijo el congresista.
El mandatario presentará su plan por la mañana antes de viajar a Nueva York, donde participará en la Asamblea General de la ONU y mantendrá una serie de reuniones bilaterales, centradas en el proceso de paz de Oriente Medio y la crisis de la deuda en Europa. EFE