Lisboa, 15 sep (.).- El Gobierno luso prepara un nuevo impuesto que grave las grandes fortunas inmobiliarias y que irá en paralelo al Impuesto Municipal sobre Inmuebles (IMI (LON:IMI)), el IBI portugués.
El gravamen, que aún está siendo diseñado, será incluido en los Presupuestos para 2017 que elabora el Gobierno del socialista António Costa, junto con sus socios, el marxista Bloque de Izquierda y el Partido Comunista Portugués (PCP).
El objetivo es que el nuevo impuesto repercuta en los propietarios con un patrimonio inmobiliario elevado, probablemente superior a los 500.000 euros, según algunos medios lusos, aunque todavía no está acordado el límite a partir del cual se aplicará.
Lo que sí está acordado es que la tasa, que aún carece de nombre, se aplicará "de forma progresiva", dijo en rueda de prensa la diputada del Bloque Mariana Mortágua.
Y no afectará en ningún caso a la clase media, sólo a las "grandes fortunas patrimoniales", aseguró la diputada.
En términos similares, el parlamentario socialista Eurico Brilhante Dias, explicó que "en cualquier circunstancia, estará protegida la clase media".
Esta nueva tasa está concebida para sustituir al actual impuesto que se aplica a los inmuebles de más de 1 millón de euros y, aunque su "diseño final" aún no está cerrado, sí hay acuerdo en que "permitirá que los contribuyentes con el mismo patrimonio tributen igual", dijo.
El diputado explicó que en la actualidad dos contribuyentes con el mismo patrimonio tributaban de manera diferente cuando, por ejemplo, uno tenía un solo edificio valorado en 1 millón de euros y el otro era propietario de cinco inmuebles de 200.000 euros cada uno.
Las reacciones no se han hecho esperar. La Asociación Lisboeta de Propietarios (ALP) repudió en un comunicado la eventual creación de ese "escandaloso" impuesto, que considera fruto de una "ceguera ideológica" del Ejecutivo.
Asimismo, instó al Gobierno a aplicar el nuevo gravamen a los partidos políticos, "convenientemente exentos de todas las obligaciones tributarias sobre su vasto patrimonio inmobiliario".
Según estimaciones de medios lusos, el nuevo impuesto podría agregar a las arcas públicas entre 100 y 200 millones de euros.