29 oct (Reuters) -La expansión de la economía española fue más lenta de lo esperado en el tercer trimestre, según datos preliminares publicados el viernes, lo que aumenta la preocupación por la senda de la recuperación tras un segundo trimestre débil, en un contexto de inquietud por el fantasma de la inflación.
Los datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE) mostraron que el producto interior bruto se expandió un 2% en el tercer trimestre respecto al segundo y un 2,7% respecto al mismo periodo de 2020. Los economistas encuestados por Reuters esperaban una expansión intertrimestral del 2,7% y un crecimiento anual del 3,5%.
Destacó el hecho de que el gasto privado disminuyó un 0,5% intertrimestral, ya que los españoles conservaron los ahorros acumulados durante un año de escaso consumo.
A pesar del fuerte crecimiento de los sectores de la hostelería y el comercio minorista durante el verano, sectores clave como el inmobiliario y los servicios financieros se ralentizaron.
Pese a que las cifras decepcionaron a los analistas, el secretario de Estado de Economía español, Gonzalo García Andrés, señaló que "junto con los datos de la EPA (informe sobre el mercado laboral) conocidos ayer, este dato del PIB confirma que durante el tercer trimestre la recuperación se ha acelerado, es decir, que durante verano el avance en la campaña de vacunación y la mejora de la movilidad han impulsado el crecimiento de la actividad y del empleo".
"Estos datos nos colocan en una buena posición para afrontar un cuarto trimestre en el que el balance de riesgos ha cambiado y va a estar marcado por los cuellos de botella en la oferta, el alza de los precios energéticos y su efecto en la inflación", añadió.
A principios del trimestre, España seguía luchando contra la última oleada de infecciones por COVID-19, que ya se ha frenado mediante la vacunación generalizada.
Las estadísticas nacionales siguen distorsionadas por los efectos de un estricto confinamiento impuesto en el segundo y tercer trimestre de 2020.
En septiembre, el INE rebajó su cifra final de crecimiento del segundo trimestre al 1,1%, menos de la mitad de su estimación inicial, lo que llevó al Banco de España a decir que rebajaría significativamente sus previsiones para el conjunto de 2021.
El aumento de la inflación, que alcanzó en octubre su nivel más alto en 30 años debido a la subida de los costes de la energía, ha sembrado más dudas sobre la velocidad y la magnitud de la recuperación de España tras la histórica caída del 10,8% del año pasado.
Sin embargo, el Gobierno ha mantenido sus previsiones alcistas de volver a los niveles de PIB anteriores a la pandemia para finales de año y prevé un crecimiento anual del 6,5% en 2021, seguido de uno aún mayor en 2022, del 7%.
Los buenos datos de empleo del tercer trimestre, publicados el jueves, en los que España superó los 20 millones de personas empleadas por primera vez desde 2008, aportan una base para el optimismo.
(Reporte de Marta Serafinko, Nathan Allen y Belén Carreño; información adicional y edición en español de Tomás Cobos)