WASHINGTON, 1 jun (Reuters) - La actividad manufacturera en Estados Unidos repuntó en mayo, ya que la demanda de bienes sigue siendo fuerte, lo que podría disipar aún más los temores de una inminente recesión, pero una medida del empleo en las fábricas se contrajo por primera vez en casi un año.
El Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) dijo el miércoles que su índice de actividad fabril nacional repuntó hasta una lectura de 56,1 el mes pasado, desde los 55,4 de abril. Una lectura superior a 50 indica una expansión en el sector manufacturero, que representa el 12% de la economía estadounidense.
Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que el índice cayera a 54,5. La encuesta siguió a un informe del viernes pasado que mostró un fuerte aumento del gasto de los consumidores en abril.
La nación se ha visto atenazada por los temores de una recesión, mientras la Reserva Federal sube agresivamente las tasas de interés para controlar la inflación. El banco central estadounidense ha aumentado su tipo oficial en 75 puntos básicos desde marzo y se espera que lo eleve en medio punto porcentual en cada una de sus próximas reuniones de este mes y de julio.
La demanda de bienes sigue resistiendo a pesar de que el gasto está volviendo a los servicios, como los viajes, las salidas a cenar y el ocio. El gasto en bienes aumentó cuando la pandemia de COVID-19 restringió los desplazamientos.
El subíndice de nuevos pedidos de la encuesta ISM aumentó a 55,1 desde 53,5 en abril. El sector manufacturero se ha visto limitado por las cadenas de suministro, aún más enredadas por la guerra no provocada de Rusia contra Ucrania y los nuevos confinamientos por el COVID-19 en China.
La medida del ISM para las entregas de los proveedores bajó a 65,7 el mes pasado desde los 67,2 de abril. Una lectura superior al 50% indica una ralentización de las entregas a las fábricas. El indicador de pedidos pendientes de la encuesta subió a 58,7 desde 56,0 en abril.
Las noticias sobre la inflación fueron alentadoras. La medición de los precios pagados por los fabricantes bajó a una lectura de 82,2 desde 84,6 en abril, lo que respalda la opinión de que la inflación probablemente haya tocado techo.
Sin embargo, los fabricantes tienen dificultades para encontrar trabajadores, ya que el índice de empleo en las fábricas cayó a 49,6 desde el 50,9 de abril. En medio del endurecimiento de las condiciones financieras, el primer descenso por debajo de 50 desde el pasado mes de agosto podría ser también una posible señal de alarma.
Sin embargo, con un récord de 11,5 millones de puestos de trabajo sin cubrir en toda la economía a finales de marzo, la escasez de trabajadores parece ser la culpable del retroceso del empleo en las fábricas.
(Reporte de Lucia Mutikani; editado en español por Carlos Serrano)