Sao Paulo, 14 ago (.).- El sector servicios bajó en Brasil un 0,9 % en el primer semestre, a pesar de la subida récord que registró en junio pasado (6,6 %) frente a mayo, cuando el índice se desplomó por la huelga de los camioneros que paralizó el país durante once días, informó hoy el Gobierno.
El resultado en los seis primeros meses del año se vio impactado negativamente por las caídas en los servicios administrativos (2,1 %), de información y comunicación (2 %) y los prestados a las familias (2 %), según un balance divulgado hoy por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La actividad en el sector descendió además un 1,2 % interanual hasta junio, lo que muestra la lenta recuperación de la economía brasileña tras la profunda recesión que vivió entre 2015 y 2016 y de la que comenzó a recuperarse el año pasado.
El Banco Central y el Gobierno brasileño han reducido sus previsiones de crecimiento para este año desde el 3 % hasta el 1,6 %, en línea con las estimaciones del mercado financiero, que pronostica una expansión del producto interno bruto (PIB) del 1,49 %.
La caída en el saldo semestral pudo ser más profunda de no ser por la notable subida del 6,6 % de junio respecto a mayo, que supuso además récord en la serie histórica iniciada en 2011, y del 0,9 % frente al mismo mes del año pasado.
El índice recuperó en junio el desplome del 5 % de mayo, cuando en los últimos once días de ese mes una huelga de camioneros paralizó el transporte por vía terrestre y provocó graves problemas de desabastecimiento.
Según cálculos del Gobierno, el paro generó pérdidas en la economía brasileña por valor de 15.900 millones de reales (unos 3.600 millones de euros).
El transporte terrestre, medio más utilizado para el traslado de mercancías en el país, experimentó en junio un avance del 23,4 %, frente al descenso del 15,4 % de mayo.
Las dudas sobre la mayor economía de Sudamérica, que se desplomó un 7 % entre 2015 y 2016 y solo creció un 1 % en 2017, persisten por las tensiones comerciales internacionales y las inciertas elecciones que se celebrarán en Brasil en octubre.
Además, la tasa de desempleo sigue alta al situare en el 12,4 %, lo que equivale a 13 millones de personas sin trabajo.