París, 11 mar (EFE).- El sistema bancario español es, con mucha diferencia, el más expuesto de todos los países de la OCDE a los países emergentes, que ante el endurecimiento de las condiciones de financiación constituyen uno de los principales riesgos para la evolución de la economía global.
El economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Rintaro Tamaki, presentó hoy a la prensa una tabla con la exposición a los emergentes de los sistemas financieros de los países miembros en la que España aparece en cabeza con cerca de un 35 % de su producto interior bruto (PIB).
Inmediatamente después, en esa estadística elaborada con datos del segundo trimestre de 2013, se sitúan el Reino Unido con algo más del 20 % de su PIB; Holanda con entre el 15 y el 20 %; Suiza, Grecia, Austria y Portugal, todos ellos con entre el 10 y el 15 %.
La zona euro, de media, muestra una exposición del 10 % de su PIB, y muy por debajo (con alrededor del 5 %) está la gran potencia de la zona euro, Alemania.
Fuera de la zona del euro, Estados Unidos se queda con una cifra inferior incluso al 5 %.
España vuelve a estar en cabeza cuando lo que se comparan son los activos financieros de sus bancos en las economías emergentes, ya que representan algo más del 10 % de su PIB, muy por delante de Grecia, Reino Unido, Holanda, Suiza o Austria que no superan el listón del 5 %.
Tamaki utilizó esa tabla, durante la presentación del informe interino de perspectivas económicas de la OCDE, para subrayar la amenaza que puede suponer para el mundo desarrollado si se materializa el riesgo de una ralentización de los países emergentes como efecto inducido por el endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos.
Por eso, el conocido como el "Club de los países desarrollados" lanzó un mensaje a la Reserva Federal de Estados Unidos para que efectúe con cuidado su retirada de estímulos monetarios.
El economista jefe recordó que esa política de la Reserva Federal acarreó una sacudida financiera en ciertos grandes países emergentes, y que en los casos de Turquía, Sudáfrica, Brasil, e India tuvieron que intervenir sus respectivos bancos centrales para hacer frente a la salida de capitales.