El presidente turco, Tayyip Erdogan, ha hecho un llamamiento a Estados Unidos para que levante las sanciones que actualmente obstaculizan la capacidad de Turquía para realizar compras en el sector de defensa. Esta petición se enmarca en un contexto más amplio, donde se busca eliminar las medidas unilaterales que, según se cree, están frenando el potencial para alcanzar objetivos comerciales bilaterales a largo plazo entre estos aliados de la OTAN.
Las relaciones entre Estados Unidos y Turquía han atravesado momentos de tensión debido a diversas cuestiones, incluyendo desacuerdos en políticas relacionadas con el Mediterráneo oriental, Siria, Gaza y, de manera destacada, la adquisición por parte de Ankara de sistemas de defensa aérea rusos S-400. Esta última decisión provocó sanciones estadounidenses contra Turquía y la consiguiente exclusión del país del programa de aviones de combate F-35 en 2019.
Posteriormente, Turquía buscó adquirir 40 aviones de combate F-16 Block-70 y 79 kits de modernización de EE. UU., un acuerdo que cobró impulso después de que Turquía respaldara la candidatura de Suecia para ingresar en la OTAN, lo que se interpretó como una señal de mejora en las relaciones bilaterales.
Durante su visita a Nueva York con motivo de la Asamblea General de la ONU, Erdogan se dirigió a líderes empresariales turcos y estadounidenses, expresando su convicción de que ambos países podrían alcanzar su objetivo comercial a largo plazo de 100.000 millones de dólares, lo que supondría un aumento significativo respecto a los aproximadamente 30.000 millones de dólares registrados en 2023. No obstante, señaló que la cooperación en el sector de defensa no ha alcanzado todo su potencial debido a las restricciones vigentes.
El mandatario turco hizo hincapié en la necesidad de eliminar los aranceles adicionales en sectores como el hierro, el acero y el aluminio, así como las investigaciones y sanciones impuestas bajo la Ley de Contrarrestar a los Adversarios de América a través de Sanciones (CAATSA). Erdogan se mostró optimista sobre el futuro, especialmente en lo que respecta al proyecto de modernización de los F-16, y prevé que las restricciones a la exportación en este ámbito se levanten de forma permanente.
En sus declaraciones, Erdogan también subrayó la posición estratégica de Turquía en las cadenas de suministro, destacando la colaboración del país en la producción y adquisición de munición de 155 mm, ampliamente utilizada en el conflicto entre Ucrania y Rusia.
A pesar del apoyo de Turquía a Ucrania, EE. UU. ha impuesto sanciones a varios individuos y entidades turcas por violar las sanciones contra Rusia. Turquía ha manifestado su oposición a estas medidas y ha asegurado que no permitirá que sean eludidas en su territorio.
Además de los F-16, Turquía ha mostrado interés en los aviones Eurofighter Typhoon de Alemania, Reino Unido y España. Sin embargo, el avance en este frente se ha visto obstaculizado por la reticencia de Alemania. En un reciente encuentro con el canciller alemán Olaf Scholz en Nueva York, Erdogan transmitió el deseo de Ankara de fortalecer la cooperación en diversos campos y explorar oportunidades mutuas que beneficien a ambos países.
Reuters contribuyó a este artículo.
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