París, 9 jul (.).- España es uno de los países de la OCDE en los que más ha crecido la proporción de mujeres en los puestos de responsabilidad política y de la alta Administración, aunque no está en los puestos de cabeza.
Entre 2015 y 2020 el porcentaje de mujeres en cargos directivos de la Administración en España experimentó una progresión de 14 puntos porcentuales, hasta casi el 43 %, un alza solo superada por Eslovaquia (15 puntos), indica este viernes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En su informe bienal sobre la acción de los gobiernos de los países miembros, la organización explica que España se ha colocado así por encima de la media de los países miembros, que era el pasado año del 37 %, cinco puntos más que en 2015.
Desde 2015 ese porcentaje ha aumentado en la mayoría de esos estados, salvo en Francia, México, Polonia y Lituania, donde ha disminuido ligeramente.
En Lituania, Luxemburgo, México, Suiza y Bélgica las mujeres representaban solo entre el 20 y el 30 % de la alta función pública, y en Corea del Sur y Japón ni siquiera llegaban al 10 %.
España también destaca por ser uno de los países en los que se hay actualmente gobiernos prácticamente paritarios, como en Finlandia y Francia, con una evolución significativa en los últimos años.
Hay algunos en los que las mujeres son más de la mitad de los puestos del Ejecutivo: Austria, Bélgica, Suecia y Canadá, cuando la media en la OCDE es del 34 %, frente al 28 % en 2017.
Otra muestra del aumento de la participación femenina en la política son los parlamentos, con un 32 % de media de mujeres ahora, comparado con el 26 % hace una década. España se sitúa entre los primeros de la lista con el 44 %. Únicamente le superan Noruega (44,4 %), Finlandia (46 %), Suecia (47 %), México (48,2 %) y Nueva Zelanda (48,3 %).
Las mujeres son, en la inmensa mayoría de los países de la OCDE, más de la mitad de los empleados de los poderes públicos (un 58 % en el conjunto), con las únicas excepciones de Japón, Luxemburgo y Turquía. En Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca, la diferencia del porcentaje entre hombres y mujeres supera los 20 puntos.
Los jóvenes son otro colectivo con una cuota de participación en la política inferior a la de su importancia demográfica, ya que en 2020 los menores de 40 años únicamente suponían el 22 % de los parlamentarios, con un máximo del 36 % en Noruega y un mínimo del 8 % en Francia (menos del 15 % en España).
La OCDE subraya en su informe que es fundamental reforzar la representación y la participación en los asuntos públicos de la población "de una forma transparente y justa", y eso pasa por reforzar el peso de jóvenes, mujeres y otros colectivos que están infrarrepresentados.