Por Jonnelle Marte, Ann Saphir y Howard Schneider
7 ene (Reuters) - Un reciente aumento en los retornos de los bonos del Tesoro y en las expectativas de inflación del mercado ha reforzado las esperanzas de las autoridades de la Reserva Federal de que su nuevo marco de política monetaria se afianza y podría fortalecerse aún más si un Congreso liderado por los demócratas despliega más gastos.
"Estoy alentado de ver el aumento en los indicadores de mercado de las expectativas de inflación... Eso es lo que estamos tratando de apoyar", afirmó el jueves el jefe de la Fed de Richmond, Thomas Barkin, en una entrevista con Reuters.
Barkin dijo que consideraba un avance reciente en las tasas de interés de los bonos del Tesoro como parte de "operaciones de reflación", una señal de que los inversores están teniendo en cuenta los aumentos futuros de los precios en sus decisiones al exigir mayores retornos, en vez de representar un preocupante endurecimiento de las condiciones financieras.
"Los ingredientes para una mayor inflación están presentes", dijo el presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard, en comentarios separados a periodistas. "Hay una política fiscal muy poderosa y quizás más por venir".
"Tienen una política fiscal muy poderosa en su lugar y tal vez más por venir", con los demócratas que controlarán la Casa Blanca, así como el Senado y la Cámara de Representantes. "Se tiene una Fed que (...) quiere tener temporalmente la inflación por sobre el objetivo, y se tiene la economía lista para un auge al final de la pandemia", aseguró Bullard.
El rendimiento de la deuda referencial a 10 años superó el 1,07% el jueves, alcanzando su nivel más alto desde marzo. La tasa de inflación anticipada a 5 años alcanzó casi un máximo de dos años de 2,05%.
Después de casi dos años de estudio, la Fed cambió en agosto su enfoque de política monetaria para permitir una mayor inflación, con la esperanza de cumplir su objetivo del 2% en promedio al permitir que los precios suban durante algún tiempo para compensar los años de debilidad en la inflación.
Eso también permitiría, en teoría, una tasa de desempleo más baja, ya que el banco central intentaría sostener el tipo de economía "caliente" que lleva a un aumento de los precios.
La enorme incertidumbre económica y el curso de la pandemia a fines del verano boreal ha dado paso a lo que Barkin dijo era más "claridad" sobre dónde están las cosas: con el despliegue de dos vacunas contra el virus, colchones fiscales para ayudar a muchos hogares, y los consumidores "no muy lejos" del punto en el que "se involucrarán en la economía con mucha más confianza".
El jefe de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, calificó las primeras cifras de vacunación en Estados Unidos, con menos de 5 millones inoculados hasta el momento, como "increíblemente decepcionantes".
"Estamos viendo un largo período en el que la tasa de fondos federales se mantendrá esencialmente en cero", dijo Harker. Agregó que no ve señales de que "la inflación se vaya a salir de control".
De hecho, el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, expresó más escepticismo sobre la inflación venidera, incluso con el posible futuro estímulo adicional del gobierno para ayudar a combatir las consecuencias económicas de la pandemia y la recesión que desencadenó.
(Reporte de Jonnelle Marte, Howard Schneider y Ann Saphir, Editado en Español por Manuel Farías)