Por Andrea Shalal
WASHINGTON, 14 sep (Reuters) -La directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, afirmó el miércoles que los bancos centrales deben ser persistentes en la lucha contra la inflación generalizada, admitiendo que muchos economistas se equivocaron cuando predijeron el año pasado que las alzas de precios disminuirían.
"La inflación es obstinada, tiene una base más amplia de lo que pensábamos", dijo, añadiendo que "esto significa que (...) necesitamos que los banqueros centrales sean tan obstinados en la lucha contra ella como lo ha sido la inflación".
Si la política fiscal y la política monetaria funcionaran bien, el próximo año podría ser menos doloroso, dijo en un acto con el miembro francés del Banco Central Europeo, Francois Villeroy de Galhau. No obstante, remarcó que si la política fiscal no está lo suficientemente orientada podría convertirse en "el enemigo de la política monetaria, alimentando la inflación".
Los comentarios de Georgieva se produjeron un día después de que el gobierno de Estados Unidos informara de una inesperada subida de los precios al consumidor en agosto, en la que los costos de los alquileres y los alimentos siguieron subiendo.
Georgieva dijo que la sorprendente alza es "solo un retazo de la incertidumbre y las dificultades" a las que se enfrenta la economía mundial. Tanto la pandemia del COVID-19 como la invasión rusa de Ucrania habían contribuido al aumento de los precios y a la crisis del costo de la vida.
En un blog, el FMI advirtió que la subida de los valores del petróleo estaba impulsando al alza todos los precios al consumidor, lo que podría provocar una espiral de precios-salarios si estos efectos de segundo orden se mantienen. Los bancos centrales deberían responder "con firmeza", señaló.
Cuando la inflación general ya es alta, como ahora, los salarios tienden a aumentar más en respuesta a una crisis del precio del crudo, dijo el Fondo, citando un estudio de 39 países europeos.
Esto demuestra que la gente es más propensa a reaccionar a los aumentos de precios cuando la alta inflación está erosionando visiblemente los niveles de vida, dijo, señalando que cuanto más grandes son los efectos de segunda ronda, mayor es el riesgo de una espiral sostenida de precios-salarios.
"Si son grandes y sostenidas, las perturbaciones de los precios del petróleo podrían alimentar aumentos persistentes de la inflación y de las expectativas inflacionarias, que deberían contrarrestarse con una respuesta de política monetaria", indicó, señalando que la gente tendía a buscar una mayor compensación por las subidas de los precios del crudo.
Sin embargo, incluso en un entorno de alta inflación, los salarios se estabilizan al cabo de un año en lugar de seguir aumentando a un ritmo constante, afirmó.
"En la medida en que los bancos centrales se mantengan adecuadamente vigilantes, la elevada inflación actual podría seguir provocando una compensación del costo de la vida superior al habitual, pero no tiene por qué transformarse en un aumento sostenido de la inflación", añadió.
(Editado en español por Javier Leira y Carlos Serrano)