Bruselas, 24 mar (EFE).- La crisis política portuguesa y el fantasma de un posible rescate planearán hoy en la cumbre de la Unión Europea en la que se aprobarán varias medidas importantes que buscan, precisamente, poner fin a la crisis de la deuda soberana.
Los jefes de Estado y Gobierno comunitarios, que hablarán también de Libia y Japón, se reúnen a las 16.00 GMT con el objetivo de aprobar formalmente una serie de decisiones ya pactadas para solidificar la moneda única (como la creación de un fondo permanente de rescate, nuevas normas sobre el rigor de las cuentas públicas o el Pacto por el Euro).
Sin embargo, la dimisión del primer ministro portugués, José Sócrates, la pasada noche tras el rechazo parlamentario a su último plan de austeridad abrirá con toda seguridad un nuevo debate sobre si finalmente será necesario un rescate de la economía lusa.
Las malas noticias de Lisboa amenazan con estropear un guión preparado en Bruselas desde hace meses y para el que las instituciones de la UE ya habían instalado hasta el escenario de esta cumbre de dos días.
Y es que los Veintisiete aprobarán hoy la creación de un fondo permanente de rescate para salvar a países del con problemas, con una capacidad de préstamo de 500.000 millones de euros y que entrará en vigor en 2013, cuando caduque el fondo transitorio aprobado el año pasado tras la crisis en Grecia.
Además, la cumbre aprobará la reforma simplificada del Tratado de Lisboa para poner incluir el fondo de rescate, así como nuevas normas para promover el rigor en las cuentas públicas, que irán acompañadas de un nuevo sistema de vigilancia de los desequilibrios macroeconómicos para evitar fenómenos como las burbujas inmobiliarias que agravaron las crisis en España o Irlanda
Finalmente, la UE aprobará formalmente el Pacto por el Euro, que establece una serie de áreas donde los países de la moneda única tendrán que presentar compromisos concretos de actuación, que deberán cumplir en los próximos doce meses.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, presentará hoy a su colegas europeos un plan con una docena de medidas con las que España quiere demostrar su compromiso con el Pacto del Euro.
Pero todo este arsenal de la UE puede revelarse insuficiente a la luz de la situación de Portugal, cuyo Parlamento rechazó el último plan de ajuste de Sócrates, que había sido acogido de forma muy positiva en la cumbre de países de la zona euro que se celebró en Bruselas el pasado día 11.
Además, el hecho de que la ampliación del fondo de rescate temporal se cayera de la agenda de esta cita (debido a la falta de acuerdo sobre las aportaciones de cada país) ha provocado decepción en los mercados, más aún ante el agravamiento de la situación portuguesa.
Los líderes de los Veintisiete discutirán también durante la cena de hoy sobre la crisis de Libia, en la que ha habido fuertes diferencias entre los países comunitarios que han capitaneado la intervención internacional (Francia y el Reino Unido) y los más reticentes (Alemania, sobre todo).
Varias fuentes comunitarias y diplomáticas admiten claramente que se espera que la discusión más intensa de la cumbre sea sobre Libia y el objetivo de las operaciones militares internacionales.
Además, esta cumbre de dos días comenzará con medidas extremas de seguridad ante la manifestación convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) contra las medidas que aprobará la UE, y para la que espera reunir varias decenas de miles personas procedentes de varios países europeos.
Al fuerte despliegue policial se sumará un perímetro de seguridad aún más amplio de lo normal y el cierre de dos estaciones de metro y una de tren situadas en el barrio europeo de Bruselas, así como interrupciones en el servicio de algunas líneas de autobuses. EFE