MADRID (Reuters) - Repsol abandonó el viernes la búsqueda de petróleo en las Islas Canarias después de que una primera prospección no encontrase hidrocarburos en cantidad y calidad suficientes como para seguir con su extracción.
"El sondeo exploratorio ha confirmado que en el subsuelo de esta cuenca se han generado petróleo y gas, si bien los almacenes encontrados están saturados de agua y los hidrocarburos existentes se encuentran en capas muy delgadas no explotables", dijo la petrolera en una nota de prensa.
Tras este primer sondeo, Repsol no seguirá con las prospecciones en Canarias, que han enfrentado una fuerte oposición política y social en el archipiélago, con múltiples manifestaciones y hasta algún incidente con los ecologistas, así como encontronazos dialécticos entre el Gobierno canario y el central.
El Ejecutivo español a través de su titular de Industria, el canario José Manuel Soria, ha impulsado firmemente las prospecciones, incluyendo incentivos fiscales para las islas, por la casi absoluta dependencia de España de la importación de petróleo y gas.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, defendió tras el consejo de ministros del viernes la búsqueda de hidrocarburos en un país que importa más del 99,5 por ciento de su consumo.
"Si no hay petróleo, no lo hay, pero creo que hay que ser muy consciente de que un país con esta deficiencia energética al menos es bueno que sepa si lo tiene o no lo tiene".
Sin embargo, el gobierno canario de coalición liderado por el principal rival político de Soria, Paulino Rivero, se había opuesto frontalmente a las mismas ante el temor de que pudiesen dañar al turismo, principal fuente de ingresos de la región.
En este sentido, Rivero celebró que no se encontrara petróleo comercialmente viable en las costas de Lanzarote y Fuerteventura y recordó ante medios españoles que el turismo representa más del 30 por ciento del PIB y más del 35 por ciento del empleo de Canarias.
También asociaciones ecologistas como WWF Salvemos la Tierra o Greenpeace se congraciaron del anuncio. La primera exigió que la retirada de Repsol de Canarias sea definitiva (la autorización de prospecciones tiene tres años de vigencia) y la última dijo en su página web que pedirá una evaluación de posibles daños durante el fallido sondeo.
Repsol había dado una probabilidad de éxito de entre el 12 y el 20 por ciento al primer sondeo canario, denominado Sandía y en el que invirtió en solitario unos 140 millones de dólares.
Si hubiesen tenido éxito las prospecciones, la petrolera había calculado una inversión de 7.000 millones de dólares en el desarrollo del proyecto y otros 5.200 millones en la fase de producción.
El proyecto canario estaba liderado por Repsol, que tenía el 50 por ciento de un consorcio en el que también participaban la australiana Woodside con un 30 por ciento y la alemana RWE Dea con un 20 por ciento, aunque esta última estaba en proceso de traspasar su parte a la rusa Letter One.
Repsol dijo el viernes que el buque que estaba a cargo de las prospecciones, el Rowan Renaissance, regresará a Angola para continuar con las exploraciones de hidrocarburos que Repsol tiene en marcha en el país africano.