San Juan, 13 oct (EFE).- El Ejecutivo de Puerto Rico, a través
del secretario de la Gobernación, Marcos Rodríguez-Ema, transmitió
hoy un mensaje de tranquilidad ante la paralización del país que
pretenden los sindicatos el próximo jueves con una huelga general en
protesta por el despido de 17.000 empleados públicos.
"No espero la paralización del país. Se le dará un espacio a la
gente para que se manifieste, pero la vida sigue", dijo
Rodríguez-Ema, el número dos del Gobierno, sobre el paro convocado
para el jueves, cita que hoy tuvo un adelanto con el corte de una de
las principales vías del distrito financiero de San Juan.
Los manifestantes se encadenaron frente a la sede del Banco
Popular, el primero del país, cuyo presidente, Richard Carrión,
encabezó el llamado Consejo Asesor de Reconstrucción Económica y
Fiscal, cuyas recomendaciones hoy impone el Gobierno, según
denunciaron los sindicalistas.
La presidenta de la Asociación de Economistas de Puerto Rico,
Martha Quiñones, dijo a Efe que muchos miembros de esa organización
no comparten las iniciativas del Ejecutivo, por lo que apoyarán el
paro.
Santos Negrón, miembro de la directiva de la Asociación de
Economistas de Puerto Rico, explicó que una de las alternativas al
despido masivo de funcionarios hubiera sido la reducción de la
jornada laboral de los empleados públicos.
Negrón sostuvo que sí era necesario tomar medidas para reducir la
nómina de funcionarios, pero que antes habría que haber llevado a
cabo un análisis que, a su juicio, no realizó el Gobierno que
encabeza Luis Fortuño.
Además, resaltó que los miles de despidos empeorarán los
problemas ya existentes, lo que provocará un agravamiento de la
recesión económica que golpea a Puerto Rico por cuarto año
consecutivo.
Por otro lado, el portavoz de la "Coalición Todo Puerto Rico con
Puerto Rico", el obispo Juan Vera, hizo hoy un llamamiento al
superintendente de la Policía, José Figueroa, para que se modere la
actuación de las Fuerzas de Seguridad el próximo jueves.
"Hay que reconocer que decenas de miles de familias
puertorriqueñas viven bajo una gran incertidumbre y tensión producto
de los despidos masivos, pero la respuesta del Estado no puede ser
la represión", dijo el líder religioso.
El presidente interino de la Universidad de Puerto Rico (UPR),
Miguel Muñoz, optó para evitar incidentes por un cierre
administrativo durante toda la semana, medida contestada por los
estudiantes con un corte de la avenida Ponce de León de la capital,
frente a la entrada principal del recinto en San Juan.
"La seguridad de todos los estudiantes y de la comunidad
universitaria en general debe ser nuestra mayor prioridad", subrayó
para justificar la medida.EFE