Washington, 12 nov (EFE).- Los aumentos de precios de los medicamentos, los hospitales y la administración son los factores principales en el encarecimiento del cuidado de la salud en Estados Unidos, según un artículo publicado hoy por la revista Journal of the American Medical Association.
Un estudio realizado por la Universidad John Hopkins, en Baltimore (Maryland), señaló que la "politización del debate en torno al sistema de cuidado de la salud impide los cambios reales en un sistema que está fuera de control".
A lo largo de la última década la causa principal del costo del cuidado de la salud en EE.UU. no ha sido ni el envejecimiento de la población ni los exámenes y tratamientos recetados por los médicos, añade el estudio.
Durante las últimas dos décadas la inflación en los precios del cuidado de la salud ha sido más alta que la del índice de precios de consumo (IPC), pero esa diferencia ha aminorado desde que en 2010 entró en vigencia la Ley de Cuidado de la Salud a Bajo Precio.
El estudio de Hopkins indica que los costos administrativos de ese sistema, esto es los vinculados con los trámites y el personal que los médicos y los hospitales deben emplear para obtener pagos de las empresas de seguros y de los individuos, suben a un ritmo anual del 6 por ciento.
Hasta septiembre pasado la inflación interanual en el IPC fue del 1,2 por ciento.
"El cuidado de la salud se ha tornado en un asunto tan politizado que las discusiones racionales sustentadas en una información válida se ha convertido en casi imposible", indicó en una conferencia de prensa Hamitlon Moses, el autor principal del estudio, quien es profesor de neurología en el Hospital John Hopkins.
"Vivimos en una época en la que gastamos en el cuidado de la salud más dinero que cualquier otro país desarrollado, y los resultados son peores que los de otros países", añadió. "No obstante lo cual, ni entendemos las diferencias ni aprendemos de las lecciones de otros".
Si bien la tasa promedio de crecimiento anual del gasto sanitario de EE.UU. ha disminuido desde la década de 1970, según Moses, el 18 por ciento del producto interior bruto (PIB) que EE.UU. dedica a ese sistema es del 50 al 60 por ciento más alto que cualquier otro país desarrollado.
La expectativa de vida, que ha estado subiendo durante un siglo, no aumenta ahora tanto en EE.UU. como en el resto del mundo desarrollado, un cambio que se inició en la década de 1980 y que pone a los hombres y mujeres con unos tres años menos de vida que en naciones con desarrollo social y económico similar.
Y aunque muchos políticos sostienen que los ancianos son los consumidores principales de asistencia para la salud, en realidad según el estudio son los menores de 65 años de edad, con enfermedades crónicas, quienes representan dos tercios de los gastos.
Moses y sus colegas indican que una de los factores principales en el costo del cuidado de la salud en la década próxima será la consolidación e industrialización por las cuales habrá un número menor de compañías más grandes de seguros y cadenas de hospitales.
"Esto resultará en menos opciones para que la gente busque cuidado", explicó Moses.
Otro factor será la tecnología de información que, por un lado promete una mejor coordinación y calidad de los servicios, pero todavía no ha cumplido esa promesa.
Y un tercer factor que afectará la evolución de los costos de la atención de la salud, según el estudio es que los pacientes tienen cada vez más acceso a la información y por lo tanto una influencia mayor en el curso de los tratamientos. EFE