Hangzhou (China), 18 oct (EFE).- La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, cree que debería evitarse que América Latina trate de atraer inversión de otros países, como China, basando su competitividad en la precarización del empleo.
"Lo que no puede ser en América Latina es que estemos basando nuestra competitividad en la flexibilidad laboral, en la precarización del empleo", declaró a Efe Bárcenas, en el marco de la VI Cumbre Empresarial entre China, Latinoamérica y el Caribe, que concluye hoy en la ciudad de Hangzhou, al este del país oriental.
Con la llegada de inversión china a la región latinoamericana, en los últimos años se ha empezado a producir la paradoja de que grandes empresas de China, cuya economía planificada está dirigida por un partido comunista, también tengan en cuenta en su valoración de posibles destinos de inversión las condiciones laborales locales.
Para Bárcenas hacer caso a ese tipo de consideraciones, a las que han empezado a sumarse algunas grandes firmas del gigante asiático, en realidad "es un error".
"Lo que estamos proponiendo es que el Estado vuelva a políticas de industrialización con innovación, que invierta más en ciencia y tecnología, y que no descuide el frente social, porque en la medida en que tú vas sacando a la gente de la pobreza, eso le va dando mucho dinamismo a la economía: hay que igualar para crecer".
En ese sentido, recordó que es necesario que los países latinoamericanos eviten dejarlo todo en manos del mercado y que tengan en cuenta que, aunque naciones como China les pidan "bajar las barreras arancelarias, ellos también las tienen".
El presidente del Consejo de China para la Promoción del Comercio Internacional (CCPIT, en sus siglas internacionales), Wang Jifei, con quien Bárcena se reunió en la cumbre, pidió ayer a Latinoamérica más esfuerzos para evitar el proteccionismo y los recelos ante sus empresas que causa el desequilibrio comercial entre ambas regiones.
El déficit comercial con China es de 96.000 millones de dólares para Latinoamérica, un 30 por ciento del comercio total anual entre ambos, en cifras de 2010.
"Por eso hay que sentarse a conversar, porque América Latina no puede sacrificar a sus trabajadores en aras del capital", indicó la responsable de la Cepal, que cree que hay que buscar "un balance mucho más claro entre el capital y el trabajo" que lleve a una mayor distribución de la riqueza y que impulse el consumo y la economía.
"Acabamos de terminar un estudio que demuestra que hay 114.000 empresas exportadoras en América Latina, y que 20 concentran el 40 por ciento de las exportaciones, señaló.
"Yo creo que se está perfilando una claridad, en América Latina y el Caribe, de que el modelo exportador no es suficiente para igualarlo (este desequilibrio), y que se requiere un modelo económico diferente", aseguró.
Sin embargo, la relación de la región con China sí puede ayudar mucho en llevar equilibrio, según explicó a la prensa, si Latinoamérica logra atraer su inversión pero "de manera local", con nuevas implantaciones de sus propias firmas en esos países, "no comprando compañías que ya existen".
"En Latinoamérica tenemos muchos recursos naturales, con mucha complementariedad con China, que tiene muchas necesidades", recordó, por lo que la región debería saber aprovechar el momento para buscar un desarrollo conjunto a ambos lados del Pacífico.
"Yo creo que tenemos una oportunidad única, y ojalá la sepamos aprovechar", concluyó. EFE
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