Roma, 15 oct (.).- El Gobierno italiano ha anunciado que levantará desde enero de 2021 la prohibición de que las empresas despidan a sus trabajadores durante la pandemia, una medida que gusta a la patronal, pero no a los sindicatos, que han advertido de que un millón de empleos estarán en riesgo.
El ministro de Desarrollo Económico, Stefano Patuanelli, anunció anoche en la televisión pública que "sería impensable" que el Ejecutivo alargara más allá del 31 de diciembre de 2020 el bloqueo de despidos para todos los sectores, vigente desde marzo, cuando el país decretó su confinamiento nacional como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
"Será un drama social", ha respondido hoy el secretario general adjunto del sindicato italiano CISL, Luigi Sbarra, al tiempo que ha opinado que las palabras del ministro "son equivocadas y preocupantes".
El 17 de marzo, el Ejecutivo impuso a todas las empresas la prohibición de despedir por motivos económicos a sus trabajadores y aprobó el llamado sistema "caja de integración", similar al expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) español, generalizado para todos los sectores.
Este veto se iba a mantener inicialmente hasta el 17 de agosto, pero en ese mes el Gobierno lo flexibilizó hasta el 31 de diciembre, con el objetivo de evitar la pérdida de puestos de trabajo.
A partir del 1 de enero de 2021, el Gobierno italiano se plantea levantar este veto e incluir un nuevo paro temporal de 18 semanas solo dirigido a los sectores de más dificultad, como el turismo o la restauración.
Al mismo tiempo, el Gobierno quiere incentivar la contratación con acciones como deducciones fiscales para empresas que incluyan en plantilla a jóvenes menores de 35 años, aunque todavía son medidas en estudio.
"Ayudaremos a las empresas a mantener al máximo los niveles de empleo. Hay que preservar los niveles de empleo en la medida de lo posible", ha garantizado este jueves la ministra de Trabajo, Nunzia Catalfo, en las redes sociales.
La decisión preocupa a lo sindicatos, que temen despidos masivos, y el mayor del país, CGIL, ha advertido de que un millón de empleos pueden estar en riesgo.
"La emergencia sanitaria, económica y social sigue golpeando duramente a todos los sectores productivos del país. Proceder de esta manera agravaría aún más las condiciones de muchas personas y familias, con repercusiones fatales también en la demanda interna", ha dicho hoy el número dos del sindicato CISL, Sbarra.
La patronal italiana lleva meses pidiendo el fin de la prohibición de los despidos y el presidente de Assolombarda, que representa a los empresarios de la región de Lombardía -la más azotada por la pandemia- cree que la medida "ha sido excepcional, ha estado ligada a la emergencia y tuvo sentido en el momento más difícil", cuando Italia decretó su confinamiento y se trató de impedir el bloqueo generalizado de la actividad productiva.
En su opinión, algunos sectores como el manufacturero se han recuperado lentamente y ya no hay motivos para que se les aplique esta acción.
El presidente de la patronal, Confindustria, Carlo Bonomi, sí que ha reconocido que cuando el Gobierno permita a las empresas despedir, estas reestructurarán sus plantillas y "será un momento crítico" pero "necesario", porque las empresas necesitan "reorganizar sus negocios" y adaptarse a los nuevos tiempos.
Confindustria ha calculado que Italia perderá 410.000 empleos como consecuencia de la pandemia del coronavirus en 2020.