Rafael Cañas
Pekín, 9 ene (EFE).- El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió en China un 1,4 % durante 2015, su menor nivel en seis años y muy por debajo del objetivo del 3 % marcado por el Gobierno, lo que da nuevo margen a las autoridades para adoptar medidas monetarias que reactiven la economía.
Los datos apuntan a un continuado debilitamiento de la demanda, influida por la progresiva ralentización de la economía china.
El IPC aumentó en diciembre un 1,6 % interanual, ligeramente por encima del 1,5 % registrado en noviembre, un mínimo repunte debido sobre todo al incremento del precio de algunos alimentos, según los datos divulgados hoy por la Oficina Nacional de Estadísticas de China.
En concreto, la carne de cerdo subió un 9,5 % interanual en diciembre, y las verduras frescas lo hicieron un 7,4 %, en buena parte por el clima invernal.
Con todo, el aumento del IPC de 2015 fue menos de la mitad de lo previsto por el Gobierno y también es claramente inferior al 2 % registrado durante 2014 y el 2,6 % de 2013.
El Índice de Precios al Productor (IPP), un indicador que mide la inflación al por mayor, cayó un 5,2 % durante 2015, dentro del continuado descenso de los precios industriales en China debido sobre todo al exceso de capacidad instalada.
En diciembre, el IPP cayó un 5,9 % interanual, la misma cifra que en noviembre y el cuadragésimo sexto mes de descensos consecutivos de este indicador.
La Oficina Nacional de Estadísticas atribuyó el descenso de diciembre a la persistente caída de los precios del petróleo y el gas natural, pero también en el sector siderúrgico y la minería de carbón, estos dos últimos afectados por un exceso crónico de capacidad.
La divulgación de estos datos ofrece nuevos argumentos a las autoridades chinas para relajar aún más su política monetaria a fin de frenar la progresiva ralentización de su economía.
La Oficina Nacional de Estadísticas divulgará el próximo día 19 los datos del Producto Interior Bruto (PIB) del cuarto trimestre de 2015, que confirmarán si se ha cumplido el objetivo del Gobierno de lograr un crecimiento de alrededor del 7 %.
En el tercer trimestre del año, el crecimiento del PIB fue del 6,9 % (la cifra más baja en seis años) y Pekín ha avanzado que necesita mantener aumentos a un ritmo del 6,5 % anual en el quinquenio 2016-20 para lograr sus objetivos de eliminar la pobreza en el país.
El Banco Popular de China (central) dijo en la noche del viernes que va a mantener una "política monetaria prudente durante este año para crear un entorno financiero adecuado".
El emisor chino ha aplicado sucesivos recortes de tipos de interés (seis desde noviembre de 2014) y de coeficientes de caja de los bancos, pero estas medidas todavía no han logrado contener la desaceleración de una economía en plena transición de su modelo orientado a la industria y la exportación a uno enfocado en el consumo interno y los servicios.
Los analistas financieros esperaban de forma casi unánime un nuevo recorte de tipos antes del final del año pasado, por lo que los datos divulgados hoy aumentan esa expectativa a corto plazo.
El gigante bancario HSBC considera, en un informe divulgado esta semana, que China podría bajar sus tipos de interés en 0,5 puntos porcentuales y el coeficiente de caja bancario en otros 4 puntos durante 2016.
Actualmente, el tipo rector, el de los créditos a un año, está en el 4,35 %, frente al 6 % de antes del inicio de la fase de flexibilización monetaria de noviembre de 2014.