Madrid, 30 jul (.).- El Banco Santander (MC:SAN), BBVA (MC:BBVA), Sabadell y Bankinter (MC:BKT) superan el examen de solvencia de la Autoridad Bancaria Europea incluso en el escenario económico más adverso, pero consumirían más de 29.000 millones de capital en apenas tres años, según la información difundida este viernes.
Con la excepción de Bankinter, los bancos españoles quedarían a finales de 2023 con una ratio de capital de máxima calidad por debajo de la media europea, que sería del 10,2 %.
En los test de estrés publicados este año, a los que se han sometido 50 entidades que representan el 70 % de los activos bancarios europeos, no hay aprobados ni suspensos, aunque sí suficiente información para sacar conclusiones.
La primera es que Bankinter, que este año participa en las pruebas mientras que CaixaBank (MC:CABK) se queda al margen por su proceso de fusión con Bankia (MC:BKIA), es el banco español más solvente en el peor escenario de los test de estrés, y es el tercero de toda Europa que menos capital destruiría, apenas un punto porcentual, que en cifras absolutas serían 351 millones.
En el lado opuesto, con una ratio de capital más ajustada figura el Banco Sabadell (MC:SABE), que pasaría de un 12,02 % a cierre de 2020, tras aguantar los momentos más críticos de la pandemia, a un 6,54 % a finales de 2023. Esta destrucción de 5,48 puntos porcentuales se traduce en un consumo de capital de 4.359 millones.
En contra de la entidad juega que los test de estrés simulan unas caídas de la economía muy severas tanto en España como en Reino Unido, los dos principales países en los que está presente, con la singularidad además de que las pymes es uno de los segmentos que se verían más afectados, así como el precio de la vivienda.
SANTANDER, EL MÁS RESISTENTE ENTRE LOS GRANDES
Los resultados de los test de estrés también muestran que el Banco Santander es el más resistente de todos los grandes bancos de Europa, pues es el que menos capital destruye en el período de tres años del escenario adverso.
Teniendo en cuenta la hipótesis más extrema de la prueba, la ratio de capital CET1 a cierre de 2023 con criterio "fully loaded", es decir, teniendo en cuenta los futuros requerimientos de capital desciende desde el 11,89 % inicial, hasta el 9,31 %.
Esto significa que el gigante que preside Ana Botín consumiría 14.319 millones de euros de capital en una crisis de tres años, aunque en proporción ese recorte de 2,58 puntos porcentuales es el menos acusado entre las grandes entidades europeas, las que se consideran comparables al Santander.
Entre esas entidades está también el BBVA, que consumiría 3,03 puntos porcentuales en el peor de los escenarios, unos 10.738 millones de capital, ya que su ratio pasaría del 11,72 % de 2020 al 8,69 % a finales de 2023.
Por lo tanto, aunque los dos gigantes españoles acaben con una nota inferior a la media de la banca europea, los test constatan que su diversificación geográfica y su modelo de negocio les permite aguantar mejor las crisis, con un consumo de capital más bajo que Nordea (ST:NDASE) (3,69) BNP Paribas (PA:BNPP) (4,40), ING (AS:INGA) (4,43), Intesa Sanpaolo (MI:ISP) (4,66), Commerzbank (DE:CBKG) (5,02), Société Générale (PA:SOGN) (5,62), Unicredit (MI:CRDI) (5,92), Deutsche Bank (DE:DBKGn) (6,20) y Crédit Agricole (PA:CAGR) (6,34).
Las pruebas de la EBA consisten en medir la capacidad de resistencia de la banca a un escenario base en el que la economía no dé grandes sorpresas y otro estresado, realmente el más interesante, para medir su capacidad de resistir futuras turbulencias económicas.
Los bancos españoles han tenido que hacer frente a un hipotético escenario en el que el PIB español caería el 0,9 % en 2021, ahondaría en la recesión en 2022 con un retroceso del 2,8 %, para crecer un 0,5 % en 2023, frente a la previsión de que la economía avance un 6,8 % en 2021, un 4,2 % en 2022 y un 1,7 % en 2023.