Por Joe Cash
PEKÍN (Reuters) - Las importaciones de China se contrajeron bruscamente en abril, mientras que las exportaciones crecieron a un ritmo más lento, reforzando los signos de debilidad de la demanda interna a pesar del levantamiento de las restricciones por el COVID-19 y aumentando la presión sobre una economía que ya lidia con el enfriamiento del crecimiento mundial.
Los envíos entrantes a la segunda economía mundial cayeron un 7,9% interanual, mientras que las exportaciones crecieron un 8,5% en el mismo periodo, tras un inesperado aumento del 14,8% en marzo, mostraron el martes los datos de aduanas.
Los economistas consultados por Reuters habían pronosticado un crecimiento nulo de las importaciones y un aumento del 8,0% de las exportaciones.
"La tasa de crecimiento de las importaciones siguió disminuyendo en términos interanuales, lo que indica que se está viendo arrastrada a la baja simultáneamente por la estacionalidad y la continua débil recuperación de la economía nacional", declaró Bruce Pang, economista jefe de Jones Lang Lasalle.
Funcionarios del gobierno han advertido repetidamente de un entorno exterior "severo" y "complicado" a raíz de los crecientes riesgos de recesión para muchos de los principales socios comerciales de China.
Los analistas afirman que el enfriamiento del crecimiento mundial apunta a un camino más largo hacia la recuperación para el gigante asiático después de que Pekín puso fin abruptamente a las duras restricciones por el COVID-19 en diciembre.
La caída de las importaciones es preocupante, ya que sugiere que la demanda interna sigue siendo débil y podría no ser capaz de contrarrestar un motor de exportación poco potente.
Las importaciones chinas de carbón cayeron en abril desde el máximo de 15 meses alcanzado el mes anterior, retrocediendo ante el debilitamiento de la demanda en la segunda economía mundial. Las importaciones de cobre y gas natural también descendieron en el mismo periodo.
Las exportaciones surcoreanas a China, un indicador adelantado de las importaciones chinas, bajaron un 26,5% en abril, continuando 10 meses consecutivos de descenso.
"La contracción de las importaciones puede deberse en parte a la ralentización de la demanda mundial, que a su vez afecta a las importaciones chinas de piezas y componentes para la fabricación de exportaciones", declaró Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management.
El reciente índice oficial de gerentes de compras del sector manufacturero correspondiente al mes de abril mostró una fuerte contracción de los nuevos pedidos de exportación, lo que subraya el reto al que se enfrentan las autoridades y las empresas chinas que esperan una sólida recuperación económica tras la crisis.
La economía china creció más rápido de lo previsto en el primer trimestre gracias a la solidez del consumo de servicios, pero la producción fabril se ha rezagado en medio de un débil crecimiento mundial. La debilidad del mercado inmobiliario, la ralentización de los precios y el aumento del ahorro bancario suscitan dudas sobre la demanda.
El Gobierno ha fijado un modesto objetivo de crecimiento del PIB de alrededor del 5% para este año, después de haber incumplido el objetivo de 2022.
(Reporte de Joe Cash; Editado en Español por Ricardo Figueroa)