París, 29 jul (.).- La Autoridad Bancaria Europea (EBA) presentará mañana, viernes, los resultados de las pruebas de estrés a los principales bancos de la zona euro después de que el año pasado no se realizaron a causa de la pandemia.
El examen de este año ha sometido a las entidades bancarias a un escenario especialmente adverso a fin de poder evaluar su capacidad de resistir un hipotético contexto de recesión prolongada.
Esta edición de las pruebas examina a 38 grandes bancos que suponen alrededor del 70 % de todos los activos de la zona euro, y entre ellos hay cuatro españoles: Santander (MC:SAN), BBVA (MC:BBVA), Sabadell (MC:SABE) y Bankinter (MC:BKT).
Este último fue incluido en lugar de CaixaBank (MC:CABK), que no fue introducido en esta ocasión por estar en el proceso de absorción de Bankia (MC:BKIA).
Cuando estalló la crisis sanitaria de la covid en Europa en marzo de 2020, la EBA anunció que retrasaba un año las pruebas de estrés que debían publicarse cuatro meses después porque la prioridad en ese momento era que los bancos se consagraran a la crisis que se venía encima
La EBA, con sede en París, dirige todo este proceso junto con el Banco Central Europeo (BCE) y las autoridades nacionales de supervisión.
Los resultados globales de los bancos europeos implicados y los detallados de cada entidad se divulgarán mañana a las 18.00 hora local (16.00 GMT), una vez que hayan cerrado las bolsas de Europa.
Según explicó la EBA ya en enero pasado, se han elaborado como hipótesis dos escenarios, uno de base que se asienta en las proyecciones que habían hecho los bancos centrales en diciembre de 2020.
El otro escenario busca evaluar las consecuencias de una recesión continuada entre 2020 y 2023. Es decir, que después del bajón del 6,9 % del producto interior bruto (PIB) de la eurozona el pasado año por el choque de la covid, el descenso se prolongaría en 2021 (-1,5 %), 2022 (-1,9 %) y en 2023 (-0,2 %).
En paralelo a esa caída acumulada de la actividad del 3,6 % entre 2021 y 2023, la tasa de paro aumentaría en 4,7 puntos porcentuales hasta el 12,1 % y el precio de las acciones se hundiría un 50 %.
En esta ocasión, los resultados integrarán el impacto de las posibles medidas de apoyo público para mitigar el efecto de la pandemia, como las garantías públicas.
Todo eso servirá para evaluar las necesidades en capital de cada entidad en el contexto del Proceso de Revisión y Evaluación de Supervisión (SREP, en sus siglas en inglés).
Además de esta evaluación, el BCE presentará una hora después sus propias pruebas de estrés a otros 51 bancos de cuya supervisión es responsable y cuyos nombres no se han divulgado por adelantado.
El BCE preveía inicialmente analizar a 53 entidades, pero dos de ellas han desaparecido como consecuencia de fusiones en el sector.