París, 6 mar (.).- La escalada de los precios alimentarios en las tiendas francesas de los últimos meses se debe no sólo al encarecimiento de los costes de producción, sino también por el incremento de los márgenes de los agricultores, de los industriales y de los comerciantes.
Esta es la principal conclusión de las cifras de la Inspección General de Finanzas (IGP) publicadas este lunes por el Ministerio francés de Economía en paralelo al anuncio de un dispositivo por el que los grupos de distribución se comprometen a vender productos "antiinflación" con precios ajustados a costa de sus márgenes.
En el segundo semestre, el excedente bruto de explotación (EBE) de la industria agroalimentaria se recuperó un 50 % y de esa forma anuló las pérdidas que arrastraba respecto a 2019.
De esa forma, el EBE de la industria agroalimentaria en el conjunto de 2022 presentó un saldo ligeramente positivo si se compara con el de 2019, cuando en el primer semestre ofrecía un resultado negativo de casi el 20 %.
En el caso de la agricultura, su EBE aumentó en la segunda mitad del pasado ejercicio y se colocó en 2022 un 27 % por encima de su nivel de 2019.
Para el comercio, el EBE progresó un 9 % respecto a 2019 con lo que fue 0,7 puntos superior al que había de media en el periodo 2017-2019, antes de que estallara la crisis de la covid.
En su análisis, la IGP puntualizó que esos resultados ocultan disparidades dentro de cada sector y "no permiten concluir" que se han producido fuertes aumentos de los márgenes en algunos productos.
El incremento internanual en los alimentos en Francia no ha dejado de acelerarse hasta alcanzar el 14,5 %, frente al 9,9 % en septiembre. Esa cifra resume una evolución muy heterogénea, con alzas que alcanzan el 37 % para el azúcar, el 56 % para el aceite, el 20 % para las pastas o el 15 % para el café.
El Gobierno francés presentó este lunes un acuerdo con los grupos de distribución, que han aceptado reducir sus márgenes con una cesta de productos que cada uno de ellos elegirá y que llevarán una etiqueta común, "trimestre antiinflación".
Esos productos tendrán "el precio más bajo posible" a costa de los márgenes de la distribución, no de los agricultores ni de los industriales, y le supondrá un costo global de "varios cientos de millones de euros" en ese trimestre, según el ministro de Economía, Bruno Le Maire.