Fráncfort (Alemania), 6 may (.).- La aceleración de la inflación de la energía a principios de 2021 en la zona del euro reflejó la subida de los precios del petróleo, modificaciones de impuestos en Alemania y otros recargos, según el Banco Central Europeo (BCE).
En un artículo de su boletín económico, publicado este jueves, el BCE dice que esta evolución de la inflación de la energía "se asocia principalmente a la reversión, en enero, de la reducción del IVA aplicada anteriormente en Alemania", que también incidió de forma sustancial en el crecimiento de los precios de la energía de la zona del euro.
Además, las medidas del Gobierno alemán para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) influyeron en la inflación de la energía de la zona del euro a principios de 2021.
Algunas de estas medidas fueron la introducción de certificados de emisiones de carbono en los sectores de transporte y de calefacción en Alemania, que impulsó al alza los precios de los productos de refino de petróleo y del gas, y una reducción del recargo para promover la producción de electricidad verde, con un impacto a la baja en los precios de la electricidad.
Las medidas aplicadas en Alemania incrementaron en unos 0,8 puntos porcentuales la tasa de variación interanual de los precios de la energía en la zona del euro a partir de enero de 2021, según los cálculos del BCE.
El efecto alcista del IVA y de las medidas medioambientales del Gobierno alemán "permanecerá en los datos sobre la inflación del componente energético en 2021, pero posteriormente desaparecerá de las tasas de variación interanual", añaden los economistas del BCE Ieva Rubene y Gerrit Koester.
Los precios de los certificados de emisiones de carbono se incrementarán solo de forma moderada en 2022, y las reducciones que se están aplicando actualmente a los precios de la electricidad amortiguarán el impacto sobre la inflación general de la energía en 2022.
En comparación con el impacto de los precios del petróleo, estos cambios impositivos y las medidas del Gobierno alemán "solo han influido de manera muy limitada" en la inflación del componente energético del IAPC (Índice Armonizado de Precios de Consumo) de la zona del euro.
La subida reciente de los precios del petróleo ha tenido el mayor impacto.
Además, los precios del "oro negro" se habían desplomado a principios de 2020 por la pandemia, que provocó un descenso acusado de los precios de los combustibles para vehículos privados, que se plasmó en una disminución de la inflación de la energía de la misma magnitud que la que se produjo durante la crisis financiera de 2009.
Este desplome de hace un año genera que ahora suban los precios energéticos en la primavera de 2021 respecto al año pasado.
Aproximadamente el 60 % del incremento total de 6 puntos porcentuales que experimentó la inflación de la energía entre febrero y marzo de 2021 (es decir, algo menos de 4 puntos porcentuales) es atribuible al efecto base alcista.
Esta contribución acumulada desde diciembre se duplicará en abril hasta alcanzar los 10 puntos porcentuales (con una aportación de alrededor de 1 punto porcentual a la inflación general), un impacto que se dejará sentir en los datos durante la mayor parte del año, según el BCE.
En las proyecciones de los expertos del BCE de marzo de 2021, la inflación de la energía influyó notablemente en la previsión de que la inflación medida por el IAPC aumentará de forma temporal en 2021 y de que se reducirá a principios de 2022.