París, 3 feb (.).- La inflación interanual en la OCDE volvió a subir un mes más en diciembre hasta el 6,6 %, el nivel más elevado desde julio de 1991, aunque en este caso la responsable no fue una mayor aceleración de la energía, sino los alimentos y diversos productos y servicios.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) explicó este jueves en un comunicado que los precios de la energía subieron un 25,6 % entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021, cuando el ascenso en doce meses hasta noviembre había sido del 27,6 %. Hay que recordar que entre diciembre de 2019 y el mismo mes de 2020 la progresión se había quedado en el 4,2 %
El ritmo interanual de incremento de los alimentos pasó del 5,5 % en noviembre de 2021 al 6,8 % en diciembre de 2021. Y la inflación subyacente, que excluye los elementos habitualmente más volátiles que son la energía y los alimentos, aumentó del 3,9 % en noviembre al 4,6 % en diciembre.
En gran medida, la subida de la tasa general de inflación en la OCDE en diciembre se debe a la evolución en Turquía, donde pasó al 36,1 %, frente al 21,3 % un mes antes. Si se excluyera Turquía, la tasa en el conjunto de la organización habría aumentado de forma mucho más moderada: del 5,3 % al 5,6 %.
Junto a Turquía, los países más inflacionistas en diciembre fueron Polonia (8,6 %) las tres repúblicas bálticas -Estonia (12,1 %), Lituania (10,6 %) y Letonia (7,9 %)-, México (7,4 %) y Hungría (7,4 %) y Chile (7,2 %).
También fue particularmente alta en Estados Unidos, con un 7 %, dos décimas más que en noviembre.
En la zona euro globalmente subió una décima al 5 %, pero con niveles y evoluciones diferentes entre los grandes Estados de la moneda única.
Mientras en España creció muy significativamente (pasó del 5,5 % al 6,6 %) a causa de un fuerte tirón de la energía, el ascenso fue mucho más moderado en Italia (del 3,7 % al 3,9 %) y en Alemania (del 5,2 % al 5,3 %) y en Francia incluso se mantuvo estable a un nivel netamente inferior (2,8 %).
La inflación media en la OCDE en 2021 fue del 4 %, comparada con el 1,4 % en 2020. Fue la tasa anual más elevada desde 2000. Lo más significativo el pasado año fue el encarecimiento de la energía, con una media mensual del 15,4 %. Algo así no había ocurrido desde 1981. Hay que recordar que en 2020, los precios de la energía habían bajado de media un 6,5 %.