(Reenvía para corregir denominación de 'variante delta' en séptimo párrafo desde abajo)
PEKÍN, 9 sep (Reuters) -La inflación en las fábricas de China alcanzó su nivel más alto en 13 años en agosto, impulsada por el aumento de los precios de las materias primas, a pesar de los intentos de Pekín por contenerlos, lo que supone una mayor presión para los fabricantes de la segunda economía mundial.
El índice de precios al productor (IPRI) subió en agosto un 9,5% con respecto al año anterior, según informó el jueves la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS, por sus siglas en inglés), más rápido que el aumento del 9,0% apuntado en un sondeo de Reuters y que el 9,0% registrado en julio. Se trata del ritmo más rápido desde agosto de 2008.
La economía china se ha recuperado con fuerza de la caída del año pasado por el coronavirus, pero últimamente ha perdido fuelle debido a los brotes de COVID-19 en la nación, los altos precios de las materias primas, el endurecimiento de las restricciones inmobiliarias y una campaña para reducir las emisiones de carbono.
Los precios de las materias primas se han disparado en los últimos meses, lo que ha perjudicado a las cuentas de resultados de muchas fábricas medianas y secundarias. Los precios del carbón en China se dispararon el martes hasta alcanzar un máximo histórico debido a la preocupación por los suministros, ya que las principales regiones carboníferas iniciaron nuevas rondas de controles de seguridad.
Los beneficios de las empresas industriales chinas se han ralentizado durante cinco meses consecutivos.
Sin embargo, es probable que los precios del carbón y de los metales vuelvan a caer a medida que la actividad de la construcción se reduzca en medio de las restricciones al sector inmobiliario y la ralentización del crecimiento del crédito, escribió en una nota Julian Evans-Pritchard, economista de China en Capital Economics.
Además, el aumento de la base de comparación hacia finales del año pasado también hará bajar la inflación general. "Dudamos que la inflación de los precios de producción aumente mucho más", dijo.
Las industrias del carbón, los productos químicos y los metales impulsaron gran parte del aumento de los precios en agosto, según una declaración publicada junto a los datos por Dong Lijuan, agente de la NBS.
Los precios en el sector de la minería del carbón crecieron un 57,1% en agosto con respecto al año anterior.
Un comunicado separado de la NBS mostró que el índice de precios al consumo (IPC) en agosto subió un 0,8% interanual, en comparación con el aumento del 1,0% esperado según una encuesta de Reuters y por debajo del objetivo del Gobierno de alrededor del 3% este año.
China endureció las restricciones sociales para frenar la variante delta del COVID-19, incluyendo la limitación de los viajes, lo que ha dificultado la demanda del sector servicios, aunque Pekín ha contenido en gran medida los últimos brotes de coronavirus.
El descenso de las tarifas aéreas, los viajes y los precios de las habitaciones de hotel debido a la pandemia frenó la inflación de los consumidores en términos mensuales, según Dong, de la NBS.
La actividad del sector de los servicios se desplomó en agosto hasta el nivel más bajo desde la primera oleada de la pandemia, en abril de 2020, según una encuesta reciente, ya que las restricciones del COVID-19 amenazan con hacer descarrilar la recuperación.
Muchos analistas esperan que el Banco Popular de China realice un nuevo recorte de la cantidad de efectivo que los bancos deben mantener como reservas a finales de este año para impulsar el crecimiento, además del recorte de julio, que liberó alrededor de 1 billón de yuanes (6,47 billones de dólares) en liquidez a largo plazo en la economía.
"Esperamos que la política monetaria siga siendo prudente, con un sesgo ligeramente relajado, durante el resto del año", dijo Jing Liu, economista senior de HSBC para la Gran China, en una nota.
La inflación de los precios al consumo en China, que probablemente se mantendrá en un nivel bajo, no limitará una postura ligeramente relajada, añadió.
El índice de precios al consumo básico, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, se situó en el 1,2% anual, frente al aumento del 1,3% de julio.
(Reportaje de Gabriel Crossley y Liangping Gao; edición de Sam Holmes, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdańsk)