PEKÍN, 10 jun (Reuters) - La inflación en las fábricas de China se redujo en mayo a su ritmo más lento en 14 meses, ante la débil demanda de acero, aluminio y otros productos industriales clave debido a las estrictas restricciones por el COVID-19, en contra de la tendencia mundial de rápida aceleración de los precios.
El índice de precios al productor (IPP) subió un 6,4% interanual, según informó el viernes la Oficina Nacional de Estadística china (ONE, por sus siglas en inglés), tras una subida del 8,0% en abril y en línea con las previsiones de un sondeo de Reuters. Fue la lectura más débil desde marzo de 2021.
El índice de precios al consumo (IPC) aumentó un 2,1% respecto al año anterior en mayo, en línea con el crecimiento de abril. Un sondeo de Reuters preveía que el IPC subiera un 2,2%.
El enfriamiento de la inflación, que contrasta fuertemente con las cifras más altas de las últimas décadas observadas en otras grandes economías, refleja la caída de la demanda debida a los estrictos controles por el COVID-19 en China, que han enfriado la actividad de las fábricas y el comercio minorista en los últimos meses.
"La inflación en las fábricas continuará su trayectoria descendente durante el resto del año", dijo Sheana Yue, economista de China en Capital Economics.
"Habrá nuevos recortes de los tipos de interés, el primero de los cuales podría llegar tan pronto como el próximo miércoles", señaló, en referencia a las operaciones de liquidez a medio plazo del Banco Popular de China de la próxima semana.
En términos intermensuales, el IPC bajó un 0,2%, lo que supone un cambio respecto al aumento del 0,4% registrado en abril.
"La inflación del IPC se mantuvo estable. El aumento de los precios de las materias primas se vio compensado por la debilidad de los precios de los servicios, como los viajes y el ocio", dijo Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management.
"La transmisión del IPP al IPC ha resultado ser tenue, debido a la debilidad de la demanda interna".
Pekín ha tomado una serie de medidas, desde recortar los tipos de interés de referencia hasta permitir retrasos en la devolución de los préstamos, con el fin de frenar la desaceleración económica.
El mes pasado, Goldman Sachs (NYSE:GS) rebajó su previsión de crecimiento para 2022 al 4% desde el 4,5%, por debajo del objetivo oficial de China de alrededor del 5,5%.
(Informes de Lianging Gao, Ellen Zhang y Ryan Woo; edición de Sam Holmes; traducción de Flora Gómez)