Lisboa, 22 dic (EFE).- La solución encontrada para resolver la delicada situación financiera del Banco Internacional de Funchal (Banif (LS:BANIF)) fue cuestionada hoy por los partidos de izquierda en Portugal debido a su elevado coste para el Estado.
La liquidación de la entidad bancaria supone un nuevo desafío a la solidez de la alianza firmada por los socialistas, actualmente el Gobierno, con marxistas y comunistas, gracias a los cuales logró llegar al poder.
De hecho, el Partido Comunista luso anunció oficialmente que votará en el Parlamento en contra del Presupuesto rectificativo de 2015 propuesto por el Ejecutivo para incluir el gasto que conlleva la operación, y el Bloque de Izquierda exigió contrapartidas a cambio de su apoyo en el hemiciclo a esta medida.
El coste de la liquidación del Banif para las arcas públicas rondará los 3.000 millones de euros, de los que 2.255 millones de euros deben ser recogidos inmediatamente por los Presupuestos.
Desde el Bloque de Izquierda -hermanado con Podemos y Syriza en la UE-, su líder, Catarina Martins, manifestó sus dudas sobre la medida de resolución adoptada con el Banif y puso condiciones para apoyar en el Parlamento el Presupuesto rectificativo.
Concretamente, a cambio de su voto a favor exigió al Ejecutivo la creación de una nueva ley de intervención financiera -lo que supondría retirar poderes al banco central luso- y que el Novo Banco se coloque bajo control público.
Catarina Martins defendió que debería sustituirse a los gestores de la entidad creada en agosto de 2014 con los activos saludables del Banco Espírito Santo (intervenido por el Estado entonces debido a irregularidades en sus cuentas) con el fin de diseñar una solución diferente a la que actualmente se baraja, y que en su opinión "provocará más pérdidas para los contribuyentes".
Desde la bancada comunista, Joao Oliveira justificó la decisión de su grupo parlamentario por no querer respaldar "una solución para el Banif que se traduzca en otra factura de miles de millones de euros a pagar por los contribuyentes por la quiebra de un banco".
Además, durante su intervención ante los periodistas reclamó que el sector bancario pase a estar controlado por el Estado como mejor vía para evitar este tipo de casos.