Nueva York, 17 abr (.).- La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, afirmó este lunes en Nueva York que la reciente crisis bancaria que afectó a entidades de EEUU y Europa se debió sobre todo a una "mala administración", pero también a la rápida subida de los tipos de interés.
Tras ofrecer un discurso en el Council on Foreign Relations de Nueva York, en el turno de preguntas Lagarde abordó la crisis bancaria de marzo con una mirada crítica hacia las entidades afectadas, aunque reconoció que hubo una falta de anticipación ante la transformación "sin precedentes" del entorno de tipos.
A principios de marzo se produjo el colapso de Silicon Valley Bank seguido por el de Signature Bank, ambos en EEUU, y después en Europa se produjo el de Credit Suisse (SIX:CSGN) y "algo de temblor en Deutsche Bank (ETR:DBKGn)", recordó Lagarde, todo ello obligando a las autoridades a ambos lados del Atlántico a tomar medidas.
Las primeras tres entidades, dijo la presidenta del BCE, "tenían serios problemas de administración, algunos bien conocidos y mantenidos durante largo tiempo, como en el caso de Credit Suisse", y en los otros también de "gestión de riesgo", incluyendo la "carencia de protecciones" y la "concentración" de su clientela.
Señaló además el "extraño" caso de Signature Bank, con su "supuesto blanqueo de dinero y sus negocios sucios en torno a las criptomonedas que fueron autorizadas en un banco de las Bahamas" usando a esa entidad, unas acusaciones que se están investigando y confió en que serán "demostradas".
"Todo ello en un contexto en el que el mercado financiero, que estaba acostumbrado a bajos tipos de interés y a veces (tipos) negativos en Europa, sufre una gran transformación de su entorno, con los tipos subiendo a una velocidad no vista en décadas, algo que no fue anticipado", agregó.
"El entorno en el que operaban sus modelos de negocio desarrollados a lo largo de los años se transformó ante sus ojos, y los que no lo anticiparon se enfrentan o se han enfrentado a problemas", concluyó Lagarde, que aseguró que los bancos y los reguladores están observando y "aprendiendo lecciones".