Berlín, 11 ene (.).- La subida de los precios en la Unión Europea como consecuencia del impacto económico de la pandemia es una preocupación principal para el Banco Central Europeo (BCE), cuya presidenta, Christine Lagarde, dijo este martes que la institución se la toma "muy en serio".
"Entendemos que la subida de los precios son una preocupación para mucha gente y nos tomamos esa preocupación muy en serio", declaró Lagarde en la ceremonia de relevo en la cúpula del Bundesbank alemán.
"Pero la gente puede confiar en que nuestro compromiso con la estabilidad de precios es inquebrantable, lo cual es fundamental para el firme anclaje de las expectativas de inflación y para la confianza en la moneda", agregó Lagarde.
La presidenta del BCE aseguró que "todo el Consejo de Gobierno está unido en la búsqueda de este objetivo. Al mismo tiempo, una de las fortalezas clave del Eurosistema es la forma en que reúne diferentes perspectivas para formar un consenso".
"Nuestra rica calidad de debate y diversidad de puntos de vista asegura que nuestras decisiones sean sólidas", defendió Lagarde.
Se refirió a que el BCE tiene un objetivo de inflación del 2 % que es "simple y simétrica", y agregó: "tenemos unas reglas sobre cómo reaccionar cuando la inflación se desvía de nuestro objetivo en ambas direcciones. Y tenemos claridad sobre las herramientas en nuestra caja de herramientas de política monetaria y cómo y cuándo usarlas".
Y añadió que la revisión de la estrategia sobre la evolución de los precios en el BCE "también establece cómo podemos contribuir a abordar los desafíos a más largo plazo que representan amenazas para la estabilidad de precios, en particular el cambio climático".
Lagarde dijo que con esa estrategia los países europeos "estamos bien posicionados para continuar asegurando la estabilidad de precios en este mundo que cambia rápidamente. Y eso es especialmente importante hoy a la luz de la fase de mayor inflación que estamos viendo".
Las palabras de Lagarde se conocieron después de que el BCE anunciara el pasado diciembre la revisión al alza de sus pronósticos de inflación respecto a los que hizo en septiembre por el fuerte aumento de los precios de la energía.
El BCE pronostica ahora un crecimiento en 2021 del 5,1 % (un 5 % previsto en septiembre) con una inflación del 2,6 % (el 2,2 % previsto en septiembre).
Al anunciar esos pronósticos Lagarde consideró que "la inflación podría ser más elevada si los salarios suben más rápidamente de lo esperado".
"La inflación seguirá elevada a corto plazo, pero esperamos que baje a lo largo del próximo año", dijo Lagarde.
La presidenta del BCE dio la bienvenida a la presidencia del Bundesbank, el banco central alemán, de Joachim Nagel, quien sustituye a Jens Weidmann, quien dimitió en octubre por sorpresa, "por motivos personales", con efectos a partir del 31 de diciembre, tras diez años en el cargo.
Weidmann, defensor de una política monetaria ortodoxa, había sustituido a Axel Weber, quien se oponía a que el Banco Central Europeo comprara deuda para afrontar la crisis de endeudamiento soberano en la zona del euro.
El ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, aludió en el mismo acto a la defensa del principio de la estabilidad de precios por parte del Bundesbank y dijo que a pesar de considerarse "una tradición" se trata de un elemento "muy actual".
Lindner dijo que ese principio es también un "elemento fundamental" de las políticas económicas del Gobierno alemán y aprovechó para elogiar la "sólida reputación" y la "independencia" del Bundesbank, que "ha sido un símbolo de Alemania durante décadas".