Javier Aja
Dublín, 13 jul (EFE).- Irlanda espera con impaciencia la celebración este viernes de una cumbre de emergencia de la zona euro para hacer frente a la presión de los mercados, después de que la agencia de calificación Moody's situase su deuda al nivel del bono basura.
La decisión anunciada anoche por la agencia, que advierte además de que la perspectiva para Irlanda se mantiene negativa, podría no obstante reforzar la posición de Dublín, que quiere que la Unión Europea (UE) aborde la situación en un contexto más amplio, alejado de soluciones puntuales para países específicos.
En respuesta a la rebaja de Moody's, el primer ministro irlandés, Enda Kenny, dijo hoy que con la nota de la agencia "se está usando a Irlanda para mandar un mensaje a Europa" pues, en su opinión, no refleja los esfuerzos efectuados para cumplir con las obligaciones adquiridas en su rescate financiero, valorado en 85.000 millones de euros (unos 119.500 millones de dólares).
En este sentido, se espera que la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) certifiquen este jueves en su examen trimestral que Irlanda está en el buen camino, lo que contrasta con el análisis de Moody's, que deja entrever que necesitará un segundo rescate más allá de 2013.
"No tendrá sentido -advirtió hoy Kenny- celebrar una reunión (en Bruselas) que no trate de solucionar de una manera significativa una amenaza que no va a desaparecer a menos que nos propongamos atajarlo".
El primer efecto de la rebaja de la agencia se dejó notar hoy en la prima de riesgo de Irlanda, que comenzaba la sesión en 1.068 puntos básicos desde los 1.036 anteriores, mientras la rentabilidad del bono irlandés a diez años subía hasta el 13,697 por ciento.
"Lo que llevan diciendo los mercados es que no es seguro, sino probable, que Grecia, Portugal e Irlanda se declaren en suspensión de pagos. En consecuencia, las agencias de calificación tienen que ponerse a la altura de lo que dice los mercados", dijo a Efe Colm McCarthy, profesor de Economía de la universidad dublinesa UCD.
En su opinión, Moody's trató este martes, al degradar la deuda irlandesa, de "disparar contra el mensajero", dos días después de que los 17 ministros de Finanzas de la zona euro contemplasen adoptar "opciones alternativas a la crisis".
McCarthy hacía referencia a las medidas adoptadas este lunes por los 17 ministros, que se mostraron dispuestos a mejorar la flexibilidad y alcance del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, en inglés) para asistir a países con problemas de financiación.
También consideraron la posibilidad de aumentar los plazos de devolución y bajar los intereses aplicables a los préstamos de los países rescatados, al tiempo que se podría pedir la participación de los acreedores privados como condición previa para la concesión de ayuda adicional.
"La posibilidad de que cualquier forma de participación del sector privado en el alivio de la deuda es negativa para los tenedores de deuda soberana. Este es un factor clave para Moody's a la hora de calificar la deuda soberana en la zona euro", dijo la agencia este martes.
Para McCarthy, "esta es una crisis paneuropea, que solo se podrá resolver a nivel europeo", contexto que calificó de "positivo" porque "está claro que Irlanda no podrá regresar a los mercados de deuda sin ayuda exterior".
Hasta la fecha, lamentó el experto, la respuesta de Bruselas ha sido "incoherente y caótica", lo que ha "espantado" a los mercados.
"Hay que hacer algo -recalcó-, se podría haber parado el contagio entre Grecia, Portugal e Irlanda, pero ahora se extiende a Italia y España. Estos países son demasiado grandes para poder rescatarlos, si se les cierran las puertas de los mercados, la crisis se convertirá en un desastre mundial". EFE