Madrid, 16 dic (.).- Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA han anunciado este jueves que continuarán protestando en sectores como el lácteo para que la subida de los precios en origen se traslade "íntegramente" a los ganaderos.
En un comunicado, las tres organizaciones han apuntado que este jueves hay convocadas protestas en A Coruña y este viernes, en tres puntos de Cantabria: Santander (MC:SAN), Torrelavega y Colindres-Laredo.
Las movilizaciones proseguirán en Galicia, Asturias, Castilla y León, Cantabria y Andalucía, han destacado Asaja, COAG y UPA, que no han precisado las fechas.
Las organizaciones agrarias han apostado por la unidad de acción y han avisado de que intensificarán sus acciones "señalando a los verdaderos culpables de la situación de ruina que sufren los ganaderos lácteos", en particular "ciertas industrias lácteas y cadenas de la gran distribución".
Desde que comenzaron las movilizaciones han logrado una subida de hasta 9 céntimos de euro por litro de leche, un logro "insuficiente pero reseñable", han señalado.
Además, esperan nuevos incrementos en los próximos días por parte de las cadenas DIA (MC:DIDA), Carrefour (PA:CARR), Mercadona y Lidl, si bien han exigido que esas subidas "se trasladen íntegramente a los ganaderos".
En caso contrario, los productores seguirán señalando a las industrias lácteas "que abusen de los ganaderos", sin descartar llamamientos al boicot de las marcas que no paguen precios justos a sus proveedores.
Asaja, COAG y UPA han recordado que la nueva ley de la cadena alimentaria ya está publicada en el Boletín Oficial del Estado y obliga a cubrir los costes de producción en cada operación de compraventa de alimentos, "algo que en estos momentos no está ocurriendo".
Las protestas se desarrollan en un momento en el que los costes de producción se han disparado para los agricultores y ganaderos, que han visto encarecerse los piensos casi un 30 % en el último año, además del gasóleo (+73 %), la energía eléctrica (+270 %) y otros insumos.
El sector agrario ha lanzado un "SOS rural" ante su situación de "absoluta emergencia", después de que el año pasado tuvieran que suspender las manifestaciones en las que reclamaban precios justos para el campo como consecuencia de la pandemia.