Madrid, 11 sep (.).- Los precios cayeron un 0,5 % en agosto en tasa interanual, una décima menos que el mes anterior, debido al encarecimiento de la electricidad, con lo que la inflación encadenó cinco meses de tasas negativas lastrado por la pandemia del COVID-19.
Según el índice de precios de consumo (IPC) que ha confirmado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE), el dato de agosto supone moderar una décima la evolución de julio -cuando descendieron un 0,6 %- pese a que el sector turístico siguió lastrando la evolución de los precios.
Así, la inflación encadenó cinco meses de tasas negativas, con descensos del 0,7 % en abril, del 0,9 % en mayo, del 0,3 % en junio y ese 0,6 % de julio, en plena pandemia de COVID en la que los precios volvieron a terreno negativo tras casi cuatro años en positivo.
Por lo que respecta a la evolución mensual, los precios se mantuvieron estables con respecto a julio.
En la moderación de agosto destaca el comportamiento del grupo de vivienda, cuya caída de precios bajó al 2,7 %, debido al encarecimiento de la electricidad que hace un año se abarataba.
También mejoró el comportamiento de los hoteles, cafés y restaurantes, que aumentaron dos décimas sus precios, hasta el 0,5 %, por el encarecimiento de los servicios de alojamiento.
Dentro del sector del transporte, los precios moderaron su caída al 4,4 %, por el encarecimiento de los carburantes y lubricantes, cuyo impulso al alza se frenó por el abaratamiento del transporte aéreo de pasajeros.
A la baja de los precios tiró el sector del ocio y cultura, cuyos precios aceleraron su descenso al 2,1 % debido al menor incremento de los paquetes turísticos.
"Los datos de inflación conocidos hoy reflejan un deterioro de la actividad económica y la debilidad del consumo y de la demanda interna como consecuencia de la crisis sanitaria", han valorado desde CCOO que, al igual que UGT, pide al Gobierno políticas económicas expansivas, que reactiven la economía protegiendo las rentas de los trabajadores.
Con más detalle, los productos que más subieron en agosto fueron la joyería y bisutería (18,5 %), las frutas frescas (10,9 %), los accesorios de informática (9,1 %), el transporte de pasajeros por mar (8,7 %) y el azúcar (7,9 %).
Y los que más bajaron, los combustibles líquidos (25,9 %), los hoteles y hostales (15,0 %), los vuelos internacionales (12,5 %), el gasóleo (11,2 %) y la gasolina (10,6 %).
La inflación subyacente -que no tiene en cuenta los precios de los alimentos ni los productos energéticos por ser los más volátiles- se situó en agosto en el 0,4 %, con lo que se situó nueve décimas por encima del índice general.
El INE también ha publicado los precios de los bienes y servicios COVID-19, un indicador creado para analizar la evolución de los productos más consumidos por los hogares durante la pandemia.
Los bienes COVID-19 -que incluyen alimentación, bebidas, tabaco, limpieza o productos farmacéuticos- se encarecieron un 1,7 % en agosto, una décima menos, por el menor abaratamiento de frutas, y de la leche, queso y huevos.
Los servicios COVID-19 -que incluyen alquiler de vivienda y garaje, distribución de agua, electricidad, gasóleo para calefacción, comisiones bancarias o televisión en línea- se abarataron un 2,1 %, ocho décimas menos que en julio, por el encarecimiento de la electricidad.
En agosto los precios bajaron en todas las comunidades autónomas -salvo en Canarias, donde subieron un 0,5 %-, especialmente en Navarra y Cataluña, con caídas del 0,9 % y el 0,8 %, respectivamente.
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