Por Maytaal Angel
LONDRES, 8 dic (Reuters) - El índice mundial de precios de la agencia de las Naciones Unidas para la alimentación se mantuvo estable en noviembre, con la bajada de los precios internacionales de los cereales compensada por la subida de los precios de los aceites vegetales.
El índice de precios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que hace un seguimiento de los productos alimentarios más comercializados a nivel mundial, registró una media de 120,4 puntos en noviembre, en torno a los niveles de octubre, que fueron los más bajos desde marzo de 2021.
La lectura de noviembre supuso un descenso del 10,7% con respecto al pasado mes de noviembre.
El índice de precios de los cereales de la FAO disminuyó un 3,0% intermensual en noviembre, liderado por una fuerte caída de los precios del maíz, mientras que los del trigo bajaron un 2,4%.
Los precios de los aceites vegetales, sin embargo, subieron un 3,4% respecto a octubre.
"Los precios del aceite de palma repuntaron más de un 6% en noviembre, principalmente debido a unas compras más activas por parte de los principales países importadores y una menor producción estacional en los principales países productores", señaló la FAO en un comunicado.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO subió un 2,2% respecto a octubre, impulsado por la elevada demanda de mantequilla y leche desnatada en polvo en el noreste asiático, y el aumento de la demanda antes de las vacaciones en Europa occidental.
Los precios del azúcar subieron un 1,4% intermensual en noviembre, pero su media fue un 41,1% superior a la de noviembre pasado, gracias al empeoramiento de las perspectivas de producción en Tailandia y la India.
En un informe separado sobre la oferta y la demanda de cereales, la FAO elevó su previsión para la producción mundial de cereales este año a la cifra récord de 2.823 millones de toneladas métricas, frente a los 2.819 millones anteriores, lo que representa un incremento del 0,9% respecto a 2022.
"De cara a la próxima temporada, la siembra de la cosecha de trigo de invierno de 2024 está en curso en el hemisferio norte y, como consecuencia de los precios más bajos de los cultivos, el crecimiento de la superficie podría ser limitado", señaló la FAO.
No obstante, la agencia prevé que las reservas mundiales de cereales aumenten un 2,7% al final de la campaña de 2024, mientras que la relación entre las reservas y la utilización de cereales se sitúa en el 30,8% en 2023/24, "lo que indica un nivel general de suministro cómodo".
(Reporte de Maytaal Angel; edición de Mark Potter y Emelia Sithole-Matarise; editado en español por Tomás Cobos)