Madrid, 8 ago (.).- UGT FICA y CCOO de Industria han solicitado una reunión presencial al máximo responsable de Siemens Energy, Christian Bruch, debido a la "difícil situación" de la empresa, que perdió 3.632 millones de euros en los tres primeros trimestres de su año fiscal 2023 por los números rojos de Gamesa .
En una nota de prensa remitida este martes, UGT FICA se muestra "muy preocupada" ante estos resultados, e insta a la alta dirección a que busque "soluciones" a los problemas y continúe apostando por la entrada de nuevos pedidos para garantizar la viabilidad de Siemens Gamesa (BME:SGREN).
El sindicato critica, de hecho, la comunicación realizada por la compañía tras salir al mercado a informar de los posibles problemas de calidad de sus aerogeneradores, lo que está "lastrando" la entrada de nuevos pedidos por parte de los clientes.
De seguir en esta línea, Siemens Gamesa "pone en peligro la viabilidad de sus proveedores", incluidos vascos y navarros, que tienen una alta dependencia, por lo que la afectación podría llegar a "miles de empleos en nuestro país".
UGT FICA recuerda que en España ya se ha llevado a cabo la reestructuración prevista para 2023 y 2024, de modo que, en su opinión, "no podrá producirse un nuevo ajuste de plantilla hasta que finalicen las salidas del actual Expediente de Regulación de Empleo (ERE)".
En este sentido, avisa de que cualquier decisión que afecte negativamente al empleo del grupo en España contará con su "oposición total y activa, acudiendo incluso a los juzgados para defenderlo con uñas y dientes".
Teniendo en cuenta además que el país es uno de los que más está apostando por las energías renovables, Siemens "debería empezar a actuar como una empresa responsable que garantice la actividad y el empleo de Siemens Gamesa en España".
En términos similares se ha manifestado la sección sindical de CCOO en Siemens Gamesa, que cree que los "malos resultados" publicados en la víspera "son fruto de la mala gestión que se ha realizado desde que llegó el grupo Siemens a la dirección".
Al respecto, considera que se han producido problemas de diseño "achacables a una política de competencia ciega y desenfrenada por sacar la máquina 'onshore' más potente al mercado, obviando los principios básicos de prudencia".
A esto se une "una política de comunicación pésima y una política interna de organización deficiente, impulsada por equipos directivos manifiestamente mejorables".