Por Michel Rose, Elizabeth Pineau y Ingrid Melander
PARÍS, 20 abr (Reuters) - El presidente francés, Emmanuel Macron, y la candidata de extrema derecha a la presidencia, Marine Le Pen, se enfrentarán el miércoles en un debate que podría ser decisivo en la reñida carrera para decidir quién dirigirá el país durante los próximos cinco años.
Para Le Pen, que está por detrás de Macron en los sondeos de opinión de cara a la votación del domingo, se trata de demostrar que está lista para ser presidenta y convencer a más votantes de que no deben temer ver a la ultraderecha en el poder.
"El miedo es el único argumento que tiene el actual presidente para intentar mantenerse en el poder a toda costa", dijo Le Pen en un nuevo clip de campaña el martes, acusando a Macron de hacer alarde de lo que significaría para Francia una presidencia de extrema derecha.
Para Macron, posiblemente el mayor reto será no parecer arrogante, algo que muchos votantes han criticado en él, al mismo tiempo que explota los puntos débiles de los planes políticos de Le Pen y aprovecha sus cinco años de experiencia en el poder.
"Los franceses la ven ahora como una posible presidenta, al contrario que en 2017. Ahora nos toca a nosotros demostrar que será una mala presidenta", dijo una fuente cercana a Macron, añadiendo que él "contrarrestará su proyecto y demostrará que es incoherente y poco realista."
El debate, que comienza a las 1900 GMT, será el único entre los dos candidatos antes de la segunda ronda de los comicios presidenciales.
Cuando Macron y Le Pen compitieron por primera vez por la presidencia en 2017, el debate fue catastrófico para la candidata antiinmigración y euroescéptica.
Le Pen confundió sus notas y perdió el equilibrio, mientras que el debate permitió a un Macron apenas puesto a prueba en aquel momento convencer a los votantes de que era apto para ser presidente.
Mucho ha cambiado desde entonces.
Para empezar, aunque la alineación es la misma, el resultado de las elecciones está más abierto, con la ventaja del presidente centrista y proeuropeo en las encuestas de opinión con una diferencia mucho más estrecha que en 2017.
Y Macron lleva ya cinco años en el poder, lo que significa que Le Pen puede atacarle por su trayectoria.
Además, Le Pen sólo puede hacerlo mejor que en el debate de 2017, que ella misma calificó de fracaso, mientras que para Macron podría ser difícil repetir una actuación tan fulminante.
Pero Macron no carece de bazas para este debate, que será el único enfrentamiento directo entre ambos de toda la campaña.
Por otra parte, el desempleo está en su punto más bajo en 13 años y la economía francesa ha superado a la de otros grandes países europeos, aunque la inflación esté afectando a la misma.
Y, aunque hasta ahora ha conseguido dejar de lado el tema, Le Pen tiene en su contra su pasada admiración por el presidente ruso Vladimir Putin.
Para ambos, será clave intentar ganarse a los votantes de izquierdas.
(Reporte de Michel Rose y Elizabeth Pineau; redacción de Ingrid Melander; edición de Alistair Bell; traducido por José Muñoz en la redacción de Gdańsk)