Por Clara-Laeila Laudette y Alistair Smout
10 ene (Reuters) - Los sistemas sanitarios europeos se han visto sometidos a una nueva presión por la rápida propagación de la variante ómicron del coronavirus durante el periodo vacacional, con un gran número de personal clave enfermo o autoaislado, y los expertos predicen que el pico de infecciones está aún por llegar.
A pesar de que los primeros estudios muestran un menor riesgo de enfermedad grave u hospitalización a causa de ómicron en comparación con la variante delta, anteriormente dominante, las redes sanitarias de España, Reino Unido, Italia y otros países se encuentran en circunstancias cada vez más desesperadas.
El viernes, Reino Unido comenzó a desplegar personal militar para apoyar a los hospitales que experimentan escasez de personal y presiones extremas debido a los casos récord de COVID-19 en el país.
"Ómicron significa más pacientes que tratar y menos personal para atenderlos", dijo en un comunicado el director médico del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), el profesor Stephen Powis.
En Estados Unidos, los hospitales están posponiendo las cirugías electivas para liberar personal y camas, mientras que la red de atención primaria de España está tan tensionada que el penúltimo día de 2021 las autoridades de la región nororiental de Aragón autorizaron la reincorporación de trabajadores médicos y enfermeros jubilados.
"El aumento exponencial de casos hace que la atención primaria no pueda realizar adecuadamente sus tareas de localización de contactos y campañas de vacunación, ni sus actividades ordinarias", dijeron las autoridades en un comunicado.
Los trabajadores de primera línea, como las enfermeras y los fisioterapeutas, son los más afectados, dijo el sindicato español de enfermería SATSE, citando el ejemplo de Andalucía, donde más del 30% del personal estuvo de baja por COVID en la segunda mitad de diciembre.
La soleada región del sur, donde se han instalado en masa británicos y alemanes, registró unos 1.000 trabajadores infectados por el coronavirus en las últimas semanas del año, "generando graves problemas en la cobertura de los servicios", según el comunicado.
LAS TASAS DE INFECCIÓN AUMENTAN CONSIDERABLEMENTE
En Países Bajos, las tasas de infección también están aumentando considerablemente entre el personal hospitalario, en particular las enfermeras y los auxiliares de enfermería, según informó el viernes el diario holandés De Telegraaf, tras un estudio realizado en ocho grandes hospitales.
En los centros más afectados, uno de cada cuatro ha dado positivo en el periodo previo a las Navidades, como en el Centro Médico Universitario de Ámsterdam, donde el 25% del personal ha dado positivo, frente al 5% de hace una semana.
Los hospitales holandeses están estudiando la posibilidad de cambiar las normas de cuarentena para que el personal infectado que no tenga síntomas pueda acudir al trabajo, según De Telegraaf, mientras el número de casos diarios en el país bate récords a pesar del estricto confinamiento impuesto desde el 19 de diciembre.
En Italia, el problema de los trabajadores sanitarios infectados —más de 12.800 según los datos recogidos la semana pasada— se ve agravado por la suspensión de médicos, enfermeras y personal administrativo que no están vacunados y que representan algo más del 4% del total de la plantilla.
PICO A LA VISTA
En un último intento de tapar las carencias del servicio, los organismos sanitarios italianos están congelando las vacaciones del personal, aplazándolas a otros periodos, y congelando o posponiendo las intervenciones quirúrgicas programadas que no estén clasificadas como "urgentes".
Con las hospitalizaciones ya en su nivel más alto desde el pasado mes de febrero, es probable que el NHS se vea aún más afectado por el aumento de la COVID-19 entre las personas mayores, dijo el viernes el ministro de Sanidad británico, Sajid Javid.
"Seguimos observando un aumento de las hospitalizaciones, sobre todo en los grupos de mayor edad. Eso es preocupante", dijo Javid. "Creo que tenemos que ser sinceros... cuando miramos al NHS, serán unas semanas complicadas".
Una media de unos 80.000 médicos se ausentaron del trabajo cada día en la semana hasta el 2 de enero —el periodo más reciente del que se dispone de datos—, lo que supone un aumento del 13% respecto a la semana anterior, según el NHS. Casi la mitad de esas ausencias, el 44%, se debieron al COVID-19, lo que supone un aumento de más de la quinta parte respecto a la semana anterior.
Rafael Bengoa, cofundador del Instituto de Salud y Estrategia de Bilbao y antiguo alto cargo de la OMS, dijo que España no había tomado suficientes medidas para reforzar los servicios vitales y que la presión seguiría aumentando durante varias semanas.
Considera poco probable que aparezca una variante más infecciosa y también más mortal que ómicron y se muestra optimista de que la actual oleada pueda señalar el principio del fin de la pandemia.
Bengoa afirmó que las pandemias no terminan con un gran tsunami, por lo que dado el gran número de personas inmunizadas mediante infección o vacunas, tras ómicron solo habrá "pequeñas olas".
(Información de Clara-Laeila Laudette, Nathan Allen e Inti Landauro en Madrid, Alistair Smout en Londres, Emilio Parodi en Milán; información adicional de Stephanie van den Berg en Amsterdam; redacción de Clara-Laeila Laudette; edición de Kirsten Donovan, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)