Sídney (Australia), 19 may (EFE).- Las autoridades australianas han responsabilizado al fabricante Rolls-Royce por la explosión ocurrida en uno de los motores del Airbus A380 de la aerolínea Qantas el 4 de noviembre pasado, informaron los medios hoy.
El Departamento de Seguridad en el Transporte Aéreo de Australia (ATSB, siglas en inglés) señaló en un informe preliminar que el accidente se debió a que una pieza defectuosa rompió un conducto de aceite y el líquido se filtró y causó una explosión en uno de los cuatro motores del avión, según la radio local ABC.
La explosión destrozó parcialmente una de las alas del aparato y el piloto se vio obligado a hacer un aterrizaje forzoso en Singapur con 466 personas a bordo.
La ATB, que calcula que concluirá la investigación en los próximos doce meses, recomendó a Rolls-Royce a adoptar las medidas necesarias para asegurarse de que los aviones equipados con sus motores cumplen con los requisitos de seguridad.
El A380 implicado en el accidente se encuentra en Singapur para ser reparado, lo que se calcula costará unos 100 millones de dólares australianos (107 millones de dólares o 74 millones de euros).
El informe preliminar abre las puertas para que Qantas pueda recuperar unos 80 millones de dólares australianos (79 millones de dólares o 59,6 millones de euros) de pérdidas sufridas como resultado de tener que mantener en tierra su flota de Airbus 380.
Rolls-Royce ha abierto su propia investigación sobre sus propulsores Trent 900, un motor que utilizan los A380 que operan Qantas, Lufthansa y Singapore Airlines.
La aerolínea australiana Qantas registró un beneficio neto de 241 millones de dólares australianos (255 millones de dólares o unos 180 millones de euros) en la segunda mitad de 2010.EFE