Bruselas, 18 nov (.).- El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Mathias Cormann, dijo este jueves que espera que el aumento de la inflación y los problemas de suministro sean temporales, pero aseguró que vigilará cómo evolucionan los precios.
“Nuestro escenario central sigue siendo que creemos que las presiones inflacionarias son temporales, pero estamos muy vigilantes y monitorizando muy de cerca y centrados en la información”, declaró el político durante su intervención en la Cumbre Empresarial Europea que termina hoy.
Insistió en que la OCDE seguirá supervisando “cómo los números siguen evolucionando”.
Entre los motivos para el aumento de la inflación, destacó que en 2020 los precios cayeron, pero reconoció que el auge este año también se debe a los cuellos de botella en el suministro.
Señaló que la demanda “se ha recuperado con mucha fuerza”, mientras que la producción y logística global “no han sido capaces de igualar” el aumento de dicha demanda.
“Esperamos que con el tiempo esos cuellos de botella en el suministro y esos desequilibrios entre oferta y demanda se relajarán y que las presiones inflacionarias se relajarán”, expuso.
La inflación interanual en la OCDE volvió a subir un mes más en septiembre, en concreto, tres décimas hasta el 4,6 %, a causa de la energía, que en doce meses se ha encarecido un 18,9 %, el mayor incremento internaual desde septiembre de 2008.
En cuanto a la descarbonización y la lucha contra el cambio climático, Cormann reconoció que “diferentes países en el mundo” tienen “puntos de partida diferentes y combaten diferentes tipos de desafíos”, pero aseguró que lo necesario es una transición para lograr la neutralidad climática en 2050.
Afirmó que se trata de que jurisdicciones individuales “puedan elevar su esfuerzo de ambición de un modo que ayude a mejorar la situación global desde el punto de vista medioambiental”.
Por tanto, se busca no “desplazar el problema de una jurisdicción a otra” y “asegurar que los países son capaces de gestionar la economía de la transición".
“Necesitamos un enfoque globalmente más coherente, necesitamos asegurar que países individuales puedan elevar su nivel de esfuerzo de ambición sin causar distorsiones comerciales, sin desplazar las emisiones a otras partes del mundo y asegurando también que las partes de la población relevantes y negativamente afectadas son apoyadas de manera adecuada”, indicó.
Sobre la posibilidad de que los países utilicen los ingresos adicionales que obtendrán gracias a la reforma fiscal global impulsada por la OCDE para combatir el cambio climático, consideró que corresponde a los Estados decidir “cómo priorizan la asignación de esos recursos”.
“Pero será importante, por supuesto, que una proporción significativa de la financiación de la recuperación se asigne a la recuperación verde”, comentó.