Londres, 9 jun (EFE).- Southern Cross, la mayor gestora privada de residencias para ancianos en el Reino Unido, anunció que eliminará 3.000 empleos en un intento de evitar la quiebra, lo que afectará un 7 % de los 44.000 trabajadores de su plantilla total.
Según publican hoy los medios británicos, tanto los trabajadores como los sindicatos acusan a la empresa de poner en peligro con esa medida el bienestar de miles de personas que figuran entre las más vulnerables de la sociedad.
Uno de esos trabajadores, que pidió el anonimato, declaró a la prensa que incluso ahora muchas de las residencias están insuficientemente dotadas de personal.
Los acreedores han dado a Southern hasta septiembre para reestructurar sus finanzas, muy perjudicadas por el incremento de los alquileres que paga por las residencias.
La semana pasada, Southern Cross, que gestiona 750 residencias con un total de 31.000 ocupantes, anunció una profunda reestructuración y dijo que dejaría de pagar el 30 % de los alquileres.
A comienzos de junio la prensa británica denunció que ex ejecutivos de la compañía se habían embolsado millones de libras vendiendo sus acciones a finales de 2007 antes de que los títulos comenzaran a desplomarse en Bolsa. EFE