Berlín, 30 ene (EFE).- El Gobierno de la canciller federal, Angela Merkel, ha abandonado sus reticencias a las ayudas para el rescate de Chipre, que llegó a cuestionar esta semana, y está dispuesto a respaldarlas.
Berlín cederá finalmente a las presiones de la Comisión de la Unión Europea y el Banco Central Europeo (BCE), favorables a esas ayudas, según fuentes gubernamentales que cita hoy el rotativo Süddeutsche Zeitung.
Añade que las reservas a esas ayudas parten del ministro federal de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y del temor de Merkel a no conseguir una mayoría suficiente en el Bundestag, el parlamento germano, para aprobar el rescate de Chipre.
La Comisión de la UE y el BCE defienden las ayudas a Chipre con el argumento de que las autoridades de Nicosia están dispuestas a aplicar reformas profundas y a que el monto de esas ayudas podría ser finalmente inferior a lo calculado inicialmente.
El Gobierno de Nicosia pidió el pasado verano ayuda financiera a la UE hasta por 17.500 millones de euros, cantidad equivalente casi al producto interior bruto anual del país.
Chipre necesita el dinero para estabilizar su banca, entre las que figuran entidades sospechosas de lavar dinero negro de inversores rusos, lo que ha provocado las reticencias de varios socios europeos, entre ellos Alemania.
Schäuble llegó esta semana incluso a cuestionar la permanencia de Chipre en la Unión Monetaria con el argumento de que el país no es relevante sistémicamente para la zona del euro, por lo que no merece recibir ayudas.
Süddeutsche Zeitung revela que, sin embargo, los preparativos para el rescate de Chipre se encuentran muy avanzados, según un documento interno de los países de la zona del euro al que ha tenido acceso.
"Partimos de que un acuerdo definitivo para un programa (de ayudas) se podrá alcanzar en marzo", señala el documento citado por el diario del Eurogrupo, que este martes confirmó que Nicosia acepta que se verifique el cumplimiento de la normativa contra el lavado de dinero. EFE