Judith Mora
Londres, 2 nov (.).- El Banco de Inglaterra subió hoy los tipos de interés en el Reino Unido un cuarto de punto hasta el 0,5 %, el primer aumento en un decenio y que revierte la rebaja aplicada en agosto de 2016 para afrontar los efectos del "brexit".
El comité de política monetaria decidió por 7 votos a favor y 2 en contra aplicar este aumento, al considerar que la economía, que arroja un crecimiento interanual del 1,5 %, está suficientemente apuntalada para resistirlo, mientras que es necesario frenar el avance de la inflación, que se sitúa en el 3 %.
Este es el primer incremento de los tipos de interés desde julio de 2007, antes del estallido de la crisis crediticia global, que sumió al Reino Unido en una recesión.
Para hacer frente a esa crisis, en marzo de 2009 el banco bajó los tipos hasta el 0,5 %, y los mantuvo invariables hasta reducirlos al mínimo histórico del 0,25 % en agosto de 2016, para contrarrestar los efectos del voto por el "brexit" (salida británica de la Unión Europea, UE) en el referéndum del 23 de junio de ese año.
El Banco de Inglaterra decidió también hoy mantener intacto el programa de expansión cuantitativa impulsado en 2009 para estimular la economía, donde ha invertido 445.000 millones de libras (500.000 millones euros) para la compra de bonos de deuda pública, mayoritariamente, y privada.
El gobernador, Mark Carney, argumentó en una rueda de prensa que, visto que el producto interior bruto (PIB) crece más de lo esperado a pesar de la negociación con Bruselas, un aumento de los tipos "es la manera" de conseguir que la inflación caiga hasta el objetivo oficial del 2 %.
Ante la inquietud expresada por algunos sectores económicos, como el inmobiliario y los pequeños negocios, por el encarecimiento del crédito, Carney advirtió de que cualquier incremento futuro será "limitado y gradual".
El presidente de la Federación de pequeñas empresas, Mike Cherry, lamentó que la subida anunciada hoy "se sumará a los costes" que ya afrontan los comercios frente a la caída de la demanda interna por el incremento de la inflación, motivada por la devaluación de la libra a raíz del "brexit".
La economista jefe de la patronal CBI, Rain Newton-Smith, alertó por su parte de que hay que "estar atentos" a la respuesta de los consumidores y moderar el ritmo de futuras subidas.
Paralelamente, la caja de ahorros Nationwide ha pronosticado que el aumento de los tipos tendrá poco impacto en el pago de hipotecas, puesto que la gran mayoría de los hogares las tienen a plazo fijo, y beneficiará en cambio a los ahorradores.
En su informe difundido este jueves, el Banco de Inglaterra rebaja su previsión de crecimiento económico para 2017 de un 1,7 a un 1,6 %, pero mantiene en el 1,6 % y el 1,7 % los pronósticos para 2018 y 2019, respectivamente.
El PIB británico creció un 0,4 % en el tercer trimestre de este año, por encima del 0,3 % obtenido en los dos trimestres anteriores, gracias al aumento de las exportaciones, impulsadas por la debilidad de la libra.
El Banco de Inglaterra prevé que el índice de precios al consumo (IPC) británico alcance este otoño un pico del 3,2 %, para después bajar gradualmente hasta situarse en el 2 % deseado.
La institución señala en su informe que la negociación y el eventual acuerdo bilateral con los Veintisiete "influye y seguirá influyendo" en la evolución de la economía y avisa de que adaptará sus previsiones según los acontecimientos.
Con el desempleo en el 4,3 % -su mínimo en doce años-, la economía británica ha resistido mejor de lo previsto los efectos de la negociación del "brexit", pero muchos analistas han destacado que los salarios bajos y el aumento de la deuda de los hogares siguen atenazando la demanda interna, motor del país.