Por Leika Kihara y Yoshifumi Takemoto
TOKIO, 8 sep (Reuters) - La economía japonesa creció menos de lo estimado inicialmente en el segundo trimestre y los salarios cayeron en julio, lo que pone en duda las previsiones del banco central de que la sólida demanda interna mantendrá al país en la senda de la recuperación.
Tanto el gasto de capital como el consumo privado cayeron en el periodo abril-junio, según mostraron el viernes los datos revisados del producto interior bruto (PIB), lo que subraya el frágil estado de la economía japonesa, que ya se enfrenta a los vientos en contra del debilitamiento del crecimiento chino y estadounidense.
Según varios medidores, los salarios reales ajustados a la inflación cayeron en julio por decimosexto mes consecutivo, en una señal de que los hogares siguen sintiendo la subida de precios, un mal presagio para el consumo.
"La debilidad de las exportaciones a China puede estar haciendo que los fabricantes japoneses se muestren cautos a la hora de invertir. La esperanza es que las empresas del sector servicios recuperen el terreno perdido, aunque el consumo flojo podría disuadirlas de gastar dinero", declaró Takeshi Minami, economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin.
La economía japonesa creció un 4,8% anualizado entre abril y junio, según los datos revisados, por debajo de la estimación preliminar de un crecimiento del 6,0% y de las previsiones del mercado de una expansión revisada del 5,5%.
El principal factor de la rebaja fue una caída del 1,0% en el gasto de capital, frente a una lectura preliminar plana, lo que arroja dudas sobre la opinión del Banco de Japón de que un sólido gasto empresarial apuntalará la economía japonesa tras la pandemia. El descenso revisado superó la previsión media del mercado, que apuntaba a una caída del 0,7%.
El consumo privado, que representa más de la mitad de la economía, cayó un 0,6% intertrimestral en el periodo abril-junio, frente al descenso preliminar del 0,5%.
Las exportaciones se mantuvieron sólidas en abril-junio, con una demanda exterior neta que contribuyó en 1,8% al crecimiento del PIB, sin cambios respecto a la lectura preliminar.
Pero los envíos a China se desplomaron un 13,4% en julio, marcando el octavo mes consecutivo de caídas. Las exportaciones totales cayeron un 5,0% interanual en la primera quincena de agosto, tras un descenso del 0,3% en julio, lo que sugiere que la ralentización mundial está pasando factura a la economía.
Como la debilidad de la demanda interna provocó un descenso de las importaciones, el superávit por cuenta corriente de Japón registró una cifra récord en el mes de julio, según datos separados publicados el viernes.
"No me sorprendería que Japón sufriera dos trimestres seguidos de contracción en lo que queda de año", declaró Minami, de Norinchukin. "La posibilidad de un final anticipado de la política monetaria ultralaxa está disminuyendo".
La economía japonesa ha visto retrasada este año su recuperación de la pandemia del COVID-19, ya que el aumento del coste de la vida y el debilitamiento de la demanda mundial enturbian las perspectivas.
Ante tales incertidumbres, los responsables políticos del Banco de Japón han subrayado su determinación de mantener la política monetaria ultra laxa hasta que la reciente inflación impulsada por los costes se convierta en subidas de precios impulsadas por la demanda interna y un mayor crecimiento salarial.
(Información de Yoshifumi Takemoto y Leika Kihara; editado por Sam Holmes; editado en español por Javi West Larrañaga)