Madrid, 13 may (.).- El representante legal de Sareb José Antonio García-Argudo ha asegurado este jueves en la Audiencia Nacional que las tasaciones de las operaciones inmobiliarias entre la extinta caja de ahorros Sa Nostra y el Grupo Martín Gual estaban "desfasadas", y las ha calificado de "cuento de la lechera".
García Argudo ha declarado hoy como testigo ante la sección tercera de la sala de lo penal en la Audiencia Nacional, en el juicio por la relación de la caja con el Grupo Martín Gual, por operaciones que causaron un perjuicio económico que oscila entre 48 y 50 millones de euros.
El vocal del órgano de control interno de Sareb ha explicado que entre sus funciones en el banco malo español estaba la de analizar los créditos concedidos por la cajas de ahorros, para evaluar si era preciso presentar una denuncia, como fue el caso con los créditos de Sa Nostra a Martín Gual.
Dichas operaciones fueron detectadas por el Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB), que en 2015 puso cinco expedientes en conocimiento de la justicia.
El objetivo de la Sareb, ha explicado, era limpiar de activos tóxicos los balances de las cajas, a lo cual se destinaron 50.000 millones para comprar créditos tóxicos, "no a precio de mercado sino administrativos, para vehiculizar esas ayudas y garantizar que los ahorradores pudiesen recuperar su dinero".
Y en este sentido, ha señalado que las tasaciones "son el cuento de la lechera, ya que el Parque del Retiro de Madrid puede valer 400 millones pero no es lo mismo si se recalifica o no, o si puede ser recalificable".
Las valoraciones han de basarse en "testigos homogéneos", es decir, operaciones similares con las que se puedan comparar, algo que "en este caso no se produjo, porque las cantidades eran desfasadas".
En 2006 se concedieron los préstamos, que se fueron refinanciando en años sucesivos, 2007, 2008 y 2009, ha dicho García Argudo.
"Y cuando llegó la Sareb lo que no hicimos fue lo que estaba haciendo la caja, que era dar barra libre de crédito"; en ese momento, "se corta el crédito y tienen que pagar los intereses".
Pero eso no ocurrió, lo que revela "una falta de praxis financiera, y es lo que provoca el efecto bola de nieve", un efecto de "barra libre" en la concesión crediticia frente a unos solares que no se iban a poder "desarrollar o urbanizar en mucho tiempo", dado el desplome del mercado derivado del burbuja inmobiliaria.