Por Oliver Griffin
BOGOTÁ (Reuters) - Los sindicatos colombianos comenzaron el miércoles marchas masivas en todo el país en el octavo día de las protestas contra el Gobierno del presidente Iván Duque, después de que la violencia se agravó durante la noche en la capital, Bogotá, con actos de vandalismo.
Las protestas, originalmente convocadas para rechazar un plan de reforma fiscal retirado por el Gobierno, se transformaron en una demanda contra la pobreza, el desempleo, la violencia policial denunciada por los manifestantes y otros problemas del país de 50 millones de habitantes.
Las manifestaciones y la oposición de los partidos políticos llevaron a Duque a la retirar la reforma para subir los impuestos, provocaron la renuncia del ministro de Hacienda y la condena internacional contra la violencia policial.
En la protesta del miércoles los manifestantes exigen una renta básica para las familias pobres, el retiro de un plan de reforma a la salud y la disolución de un Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (ESMAD), entre otros temas.
El aumento de la pobreza, que se elevó a un 42,5% el año pasado en medio de los confinamientos para contener la propagación del coronavirus, aumentó las históricas desigualdades sociales y destruyó algunos avances recientes en materia de desarrollo en Colombia.
La población que vive en la pobreza aumentó a 21 millones de personas en 2020 y las que están en indigencia a 7,5 millones, informó la semana pasada el Departamento Nacional de Estadísticas.
El presidente Iván Duque anunció el martes que su Gobierno creará un espacio para escuchar a los ciudadanos, similar a las propuestas ofrecidas a las organizaciones sociales después de las manifestaciones de 2019. Muchos grupos, incluidos los principales sindicatos, aseguran que no ha cumplido.
Durante la séptima noche de protestas, 30 civiles y 16 policías resultaron heridos en Bogotá el martes, reportó la alcaldía en un comunicado.
Una multitud intentó "quemar vivos" a un grupo de 10 uniformados incendiando una estación de la policía en el sur de la ciudad, de acuerdo con el informe.
"El nivel de destrucción, de violencia, de ataque contra los ciudadanos, contra nuestros bienes públicos y contra nuestra policía, es realmente insólito", dijo la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
Las protestas en todo el país dejan hasta ahora por lo menos 24 personas muertas y cientos de heridos, la mayoría en la suroccidental ciudad de Cali, que se convirtió en el epicentro de las manifestaciones con actos de vandalismo, ataques y enfrentamientos entre encapuchados y la policía.
Sin embargo, los grupos de derechos humanos afirman que la cifra de muertos es mayor.
(Reporte de Oliver Griffin. Editado por Luis Jaime Acosta)