Londres, 13 jul (EFE).- La dirección de British Airways (BA) ve
en la fusión con Iberia una oportunidad de crecimiento a través del
aeropuerto madrileño de Barajas, dado que, por decisión del Gobierno
británico, no podrá aumentar su capacidad de vuelos en el londinense
de Heathrow, según dijo hoy el consejero delegado, Willie Walsh.
En su intervención ante la asamblea general de accionistas,
reunida en el centro de Londres, Walsh dijo que la alianza con la
aerolínea española permitirá además una excelente "compenetración
geográfica", entre las redes a Norteamérica, Asia y África de la
británica y las de África y Latinoamérica de Iberia.
El Gobierno de coalición conservador-liberaldemócrata anuló la
decisión del anterior Ejecutivo de impulsar la construcción de una
tercera pista en el aeropuerto de Heathrow, lo que habría permitido
a BA incrementar su número de vuelos desde la capital británica.
Pese a este revés, Walsh subrayó hoy que "el crecimiento en
vuelos internacionales no se detendrá sólo porque no haya espacio en
Heathrow, sino que simplemente se desviará a otros aeropuertos clave
en Europa continental y más allá".
"Madrid Barajas es uno de ellos. Tiene cuatro pistas y una
capacidad libre de alrededor del 20 por ciento", declaró.
Por su parte, el presidente de la compañía, Martin Broughton,
destacó que se está haciendo "un excelente progreso" en el proceso
de fusión con Iberia, así como en los planes conjuntos para una
unión transatlántica con American Airlines.
Broughton aseguró que la relación con Iberia es "extremadamente
sólida" y se mostró confiado en que la aerolínea española aprobará
sin problemas en septiembre la estrategia de recuperación del plan
de pensiones de BA, un asunto crucial para que progrese el acuerdo.
Si así fuera, en noviembre los accionistas de ambas empresas ya
podría votar sobre la fusión, que se completaría a final de año,
señaló.
Por otra parte, el directivo expresó su convicción de que la
alianza de ambas con American Airlines obtendrá el visto bueno de la
Unión Europea y de las autoridades antimonopolio de Estados Unidos.
Tanto Broughton como Walsh se mostraron optimistas en cuanto al
futuro de BA y, aunque las condiciones económicas continúan siendo
duras, esperan que este ejercicio la aerolínea registre un
crecimiento del 6 por ciento de la facturación.
Esto significaría que, gracias a ese incremento en los ingresos
por pasajeros y cargamento, BA no tendría ni pérdidas ni beneficios
en su balance de cuentas antes de impuestos, después de dos años
consecutivos de registrar pérdidas récord.
Pese a las mejores perspectivas, el presidente advirtió a los
accionistas de que no deben esperar dividendos.
Broughton insistió en que la operación de reducción de costes y
reestructuración de la plantilla, que ya ha supuesto 4.000 despidos,
debe seguir adelante.
Criticó la estructura y funcionamiento anticuados de la plantilla
de BA, "herencia de la antigua propiedad estatal" de la aerolínea, y
recordó que Walsh fue fichado en el 2005 precisamente para aplicar
de forma "prioritaria" una estrategia de modernización.
"Sabíamos que en algún momento probablemente habría una huelga,
pero también que ese riesgo no debía desviarnos de aplicar la
estrategia", dijo a los accionistas.
A su llegada a la asamblea, éstos habían sido recibidos por un
grupo de trabajadores, que les habían entregado unos folletos
explicándoles su postura e instándoles a convencer a la directiva de
que adoptaran una táctica menos "agresiva" en su negociación con la
plantilla.
Broughton criticó al sindicato de la tripulación de cabina, cuyos
miembros han protagonizado varias huelgas esta primavera en protesta
por el deterioro de sus condiciones laborales, y dio todo su apoyo a
Walsh, que ha sido acusado desde varios sectores de buscar "la
confrontación" con los trabajadores.
El presidente dijo que al Consejo de Administración de BA se le
había "acabado la paciencia" con el sindicato BASSA, una división
del más amplio Unite, y dijo que la empresa lucharía hasta el final
por su "derecho a dirigir".
Walsh se mostró un poco más conciliador al expresar su
satisfacción porque Unite haya sometido a consulta entre sus
miembros la última propuesta de la empresa, que, según él, "ofrece
una verdadera oportunidad de concluir esta disputa". EFE