MADRID (Reuters) - La agencia de calificación de deuda Standard & Poor's anunció el viernes su decisión de mantener la nota de la deuda pública española en 'BBB/A-2' con una perspectiva estable.
S&P considera que las reformas realizadas por el Gobierno español desde 2010 ponen a España en una "posición favorable" para aprovechar la debilidad del euro, el precio más bajo del petróleo y las medidas de expansión monetaria del BCE, pero destaca que existen riesgos de carácter político que impiden por el momento una mejora del rating.
"Creemos que las incertidumbres acerca de un potencial cambio de las políticas macroeconómicas y fiscales siguen presentes en un año de elecciones regionales y generales", dijo.
Tras la victoria del partido de izquierdas Syriza en Grecia, en los mercados se especula con los riesgos de la reciente irrupción en el panorama político español del partido antiausteridad Podemos, en un año repleto de citas electorales.
En una nota de prensa, S&P indica que ha elevado las previsiones de crecimiento medio anual del PIB español para el periodo 2015-2016 en 0,3 puntos porcentuales hasta el 2,2 por ciento, con "potencial al alza", es decir, de mejora de dichos pronósticos.
Además, la agencia indica que sus previsiones de crecimiento del PIB -del 2,2 por ciento en 2015 y 2,4 por ciento en 2016- se sitúan por debajo de las previsiones de marzo del Banco de España -del 2,8 por ciento y 2,7 por ciento, respectivamente- ya que considera que el incremento del consumo y la inversión se verá "limitado por la necesidad de mantener tasas de ahorro cercanas a su nivel actual durante los próximos años".
El favorable entorno internacional ha contribuido a que España saliera el año pasado de una profunda recesión, aunque la tasa de paro aún es elevada y los beneficios de la recuperación no acaban de percibirse en la economía real.
Respecto al sector bancario, que se encontró en el epicentro de la crisis española tras el estallido de una gigantesca burbuja inmobiliaria, S&P confía en un incremento gradual de la concesión de préstamos gracias a las masivas inyecciones de fondos en los mercados que está llevando a cabo la institución dirigida por Mario Draghi.
"Los bancos españoles siguen reduciendo sus balances mediante la venta de activos, depreciaciones y runoffs de préstamos (rotación de créditos que implica que el valor neto de los nuevos préstamos es menor al de los anteriores), esperamos, sin embargo, que la política del BCE estimule a los bancos a aumentar sus préstamos al sector privado al tiempo que la recuperación económica cobra impulso durante los próximos años", dijo en referencia al programa de flexibilización monetaria (denominado "Quantitative Easing" en inglés) del BCE.
Según S&P, este programa del BCE podría absorber "una parte sustancial del objetivo de emisión del Tesoro para 2015 fijado en 55.000 millones de euros".